El transporte pesado de camiones representa el 6% de las emisiones de CO2 en todo el mundo. Por ello, Air Liquide y Faurecia, empresa del Grupo FORVIA, anunciaronel desarrollo de una solución eficiente para los vehículos pesados de larga distancia: un sistema de propulsión alimentado por hidrógeno líquido almacenado a bordo.
Según las empresas, esta tecnología ofrece una capacidad de almacenamiento optimizada y una tecnología probada que estará lista en cinco años, con depósitos de hidrógeno líquido que ofrecen una solución atractiva para la movilidad pesada descarbonizada y de alto rendimiento.
Esta asociación entre Air Liquide y Faurecia pretende aportar soluciones concretas a los fabricantes y operadores de vehículos pesados. Aunque el hidrógeno líquido existe desde hace más de 60 años, su uso estaba reservado a aplicaciones específicas de alta tecnología, como la propulsión espacial, hasta principios de la década de 2010.
Como el hidrógeno líquido es dos veces más denso, puede almacenarse en tanques de tamaño comparable al de los sistemas convencionales y proporcionar una autonomía similar de hasta 1.000 km de recorrido con un solo tanque de hidrógeno líquido (LH2). Además, rellenar un solo depósito debería llevar unos 10 minutos, comparable a un vehículo diésel.
«La llegada de este vector energético es una pequeña revolución en la movilidad. Nuestra experiencia en criogenia del hidrógeno y su cadena de valor nos convierte en un aliado natural que puede ayudar a Faurecia a ofrecer una solución creíble a los fabricantes de vehículos pesados», señaló Éric Prades, director de asociaciones para la Transición Energética de Air Liquide.
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Para Guillaume Petitpas, ingeniero senior de Investigación y Desarrollo y especialista en LH2 de Air Liquide, «el hidrógeno líquido es dos veces más denso que el hidrógeno gaseoso, por lo que ofrece el doble de kilometraje sin ocupar más espacio».
Por ello, un camión propulsado por hidrógeno líquido tiene una mayor autonomía que su equivalente gaseoso, lo que hace que sea tan cómodo de usar como las soluciones actuales de combustibles fósiles. «Esta solución es viable porque el costo adicional de la criogenia se compensa con el ahorro en los costos logísticos de las estaciones de servicio», añade Petitpas.
Por su parte, Faurecia considera que la actual tecnología de tanques criogénicos para hidrógeno líquido sí puede extenderse al mundo del automóvil. «Conocemos los requisitos de este sector y estamos bien situados para satisfacerlos. Destacaría la necesidad de un aislamiento extremadamente eficiente del depósito y un diseño del mismo que permita una producción en masa rentable», dijo Julien Hergott, experto en sistemas termodinámicos de Faurecia.
La asociación entre Air Liquide y Faurecia se remonta a octubre de 2021, donde cada empresa aporta sus competencias: sistemas de almacenamiento, integración de vehículos y escalado (Faurecia), y producción de hidrógeno, criogenia y logística de la cadena de suministro (Air Liquide).
El equipo ya ha completado un estudio de viabilidad tecnológica y económica con resultados muy prometedores en ambos frentes. El producto, que se encuentra actualmente en fase de prototipo, está previsto que llegue al mercado en 2027.
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Redacción | Antonio Vilela