El proveedor holandés de biocombustibles, GoodFuels, se ha unido a la organización mundial de certificación Control Union y al grupo francés IDS para probar la eficacia de un trazador isotópico para los biocombustibles marinos.
La asociación, que comenzó a principios de este año, ha permitido a las empresas colaborar en la creación del nuevo trazador, que puede añadirse a los combustibles marinos como una «huella digital» única y una herramienta de verificación.
Según elcomunicadode la empresa, el éxito de la prueba piloto, realizada durante una reciente entrega de 500 toneladas de biocombustible en el buque cisterna Nord Gardenia, propiedad de Norden, ha demostrado la eficacia de la tecnología del trazador en aplicaciones reales.
Según explican, el trazador isotópico permanece en el combustible durante todo el proceso de entrega del mismo. De este modo, los inspectores pueden seguirlo y rastrearlo para verificar que un producto de combustible no ha sido diluido o manipulado en ninguna etapa de la cadena de suministro.
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Aplicaciones reales
La empresa destacó que el ensayo ha demostrado que el trazador no afecta negativamente a las propiedades físicas, la calidad y la estabilidad del biocombustible, y que las actividades de rastreo y comprobación pueden llevarse a cabo sin ningún impacto en las operaciones de búnker.
El proyecto piloto también demostró que el trazador isotópico puede medir con éxito la dilución del combustible, cuando los biocombustibles se utilizan en una mezcla, por ejemplo.
El trazador puede aplicarse en cualquier etapa de la cadena de suministro y se basa en elementos naturales para no comprometer la sostenibilidad del producto biocombustible.
Se ha diseñado específicamente para rastrear los combustibles en diferentes niveles de granularidad, lo que hace que sea adecuado para ser utilizado dentro de los productos de combustible, ya sea 100% biocombustible o parte de una mezcla con combustibles marinos convencionales.
También puede utilizarse para apoyar los cálculos de carbono y proporcionar pruebas para la fijación de precios del carbono y las reducciones de impuestos, dando a los armadores y operadores la garantía de la cantidad y la calidad del biocombustible que están desplegando en su búsqueda de la navegación sostenible.
«A través de este ensayo hemos probado esta tecnología de trazadores, y esa prueba conlleva un potencial infinito. La tecnología de rastreo puede, por ejemplo, garantizar que el combustible no procede de países prohibidos, pero también puede utilizarse para muchos otros fines, en otros líquidos como el petróleo o incluso el champán, y en casi cualquier tipo de materiales sólidos como la carne, las plantas y el metal»
Johan Maris, director general de Control Union
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Redacción | Antonio Vilela