Según el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés), el 82% de las emisiones de metano del transporte marítimo internacional podrían atribuirse a los buques cisterna de gas licuado en 2021, principalmente los buques metaneros.
Los datos proceden de un análisis realizado con el modelo de Evaluación Sistemática de Emisiones de Buques (SAVE) del ICCT, según Hae Jeong Cho, investigador asociado de la organización, en nota publicada por Offshore Energy.
A los gaseros les siguen los buques offshore, los transbordadores RoPax (buques que combinan características de crucero con transbordador roll-on/roll-off), los cruceros y los portacontenedores.
El análisis también puso de relieve la concentración de emisiones de metano a lo largo de las rutas comerciales de GNL, destacando las áreas potenciales de medidas reguladoras específicas.
La evaluación del impacto medioambiental del GNL incluye la consideración de todo el ciclo de vida, desde la producción y el transporte hasta la combustión. Las fugas de metano durante la extracción, procesamiento y transporte del gas natural también contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del ciclo de vida asociadas al GNL.
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Impacto
El informe indica que el 98% de las emisiones de metano en 2021 procedían de motores de baja presión, conocidos por su mayor deslizamiento de metano en comparación con las alternativas de alta presión.
Dentro de dicha categoría, los motores de baja presión, doble combustible y cuatro tiempos (LPDF 4 tiempos) se llevaron la mayor parte (86%) de las emisiones. Estos motores, normalmente preferidos por los buques de transporte de GNL, se caracterizan por su mayor deslizamiento de metano.
Otro 12% de las emisiones de metano procedían de motores LPDF de 2 tiempos, que tienen un deslizamiento de metano menor, pero sustancial, mientras que las emisiones procedentes de otras tecnologías de motores fueron relativamente insignificantes.
Las instalaciones de motores LPDF de 4 tiempos de alto contenido en metano van en aumento: Más de la mitad de la capacidad de buques de crucero por tonelaje bruto que se construirán entre 2023 y 2025 funcionarán con GNL utilizando estos motores, según datos de IHS Markit para julio de 2023.
El ICCT cree que ha llegado el momento de que la Organización Marítima Internacional tome medidas drásticas y regule la intensidad del ciclo de vida de los combustibles marinos de forma similar a la normativa marítima FuelEU, que exigirá a los buques reducir la intensidad de GEI a partir de 2025.
«Para los más de 150 países que han firmado el Compromiso Mundial contra el Metano, reducir las emisiones de metano de los buques que hacen escala en sus puertos o navegan por sus aguas ayudaría a alcanzar el objetivo de reducir las emisiones mundiales de metano en 30% entre 2020 y 2030″, señaló Hae Jeong Cho.
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