El consorcio liderado por ABS, que incluye a CE Delft y Arcsilea, entregó un análisis de 360 grados sobre el hidrógeno como combustible marino y la propulsión asistida por viento, como el último de una serie de informes que estudian combustibles alternativos y tecnologías de descarbonización para la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA).
Presentados en la SMM 2024 de Hamburgo, Alemania, los informes examinan el impacto de los gases de efecto invernadero (GEI), la sostenibilidad, la disponibilidad, la escalabilidad, los aspectos tecnoeconómicos, la normativa, el riesgo y la seguridad del hidrógeno y la propulsión eólica.
Cabe señalar que este proyecto plurianual tiene por objeto elaborar un total de seis informes, el primero de los cuales se centró en los biocombustibles y el amoníaco.
Lee el informe de EMSA, «Potential of Hydrogen as Fuel for Shipping» aquí, y «Potential of Wind-Assisted Propulsion for Shipping«, aquí
Los dos últimos informes están en curso y examinarán los combustibles sintéticos y la energía nuclear para el transporte marítimo, y su publicación está prevista para dentro de un año.
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Panos Koutsourakis, vicepresidente de Sostenibilidad Global de ABS, dijo: «Este estudio es el producto de muchos meses de intensa actividad con nuestros socios del consorcio y la EMSA que, en última instancia, proporciona una visión completa del potencial de la propulsión asistida por hidrógeno y viento».
«Este proyecto nos ha brindado la oportunidad de analizar importantes opciones que permitirán al sector cumplir los próximos requisitos normativos en materia de emisiones de GEI», señaló Dagmar Nelissen, directora de Transporte Marítimo de CE Delft.
«Al ofrecer un análisis coherente de las distintas opciones en lo que respecta a su idoneidad, disponibilidad, sostenibilidad e implicaciones en términos de costos, queríamos proporcionar al sector información útil para su proceso de toma de decisiones», agregó Nelissen.
Por su parte, Edwin Pang, fundador de Arcsilea, señaló: «Cada estudio ha aportado nuevas ideas y perspectivas sobre estas prometedoras tecnologías, especialmente en el ámbito de la seguridad, las lagunas normativas y los problemas de aplicación, y estamos encantados de contribuir a esta importante labor».
ABS también colabora con EMSA, la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA) y la Fundación Valenciaport en un estudio a largo plazo centrado en la seguridad del amoníaco como combustible marino.