Bolivia oficializó su incorporación al Sistema de Certificación de Hidrógeno Limpio para América Latina y el Caribe (CERTHILAC), un avance estratégico que le permitirá fortalecer su posicionamiento en el mercado de hidrógeno bajo en carbono y garantizar la calidad de sus futuras exportaciones.
Con esta adhesión, el país refuerza su compromiso con la transición energética, asegurando que su producción de hidrógeno verde cumpla con los más altos estándares de sostenibilidad y trazabilidad.
El anuncio fue realizado por el viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnez, quien destacó que la certificación permitirá que Bolivia integre sus proyectos de hidrógeno a mercados internacionales con mayor credibilidad, facilitando la comercialización y asegurando que su producción sea reconocida por su bajo impacto ambiental.
La iniciativa forma parte de la política energética impulsada por el gobierno del presidente Luis Arce, quien ha defendido el desarrollo de energías limpias como un pilar fundamental para el crecimiento sostenible del país.
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Certificación oficial
Bolivia cuenta con condiciones favorables para la producción de hidrógeno verde, incluyendo una de las radiaciones solares más altas del mundo y una creciente infraestructura basada en energías renovables, como la hidroeléctrica, eólica y biomasa.
Con la adhesión a CERTHILAC, el país podrá certificar oficialmente la intensidad de carbono de su hidrógeno, el origen de la electricidad utilizada en su producción y la eficiencia en el uso del agua en el proceso de electrólisis. La decisión de Bolivia se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por consolidar su estrategia nacional de hidrógeno verde.
En 2024, el país presentó la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde y la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, desarrolladas con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que establecen objetivos concretos hasta el año 2050 y delinean un plan para la producción y exportación de hidrógeno verde en la región.
El representante del BID, Edwin Malagón, destacó que la adhesión de Bolivia al sistema de certificación permitirá una integración más efectiva con el resto de los países de América Latina y el Caribe, fomentando la cooperación regional y garantizando estándares homogéneos en la producción de hidrógeno limpio.
A través de este sistema, Bolivia podrá participar en reuniones técnicas y fortalecer su capacidad de atraer inversiones extranjeras, consolidando su papel como un proveedor confiable de hidrógeno verde en la región.
El proceso de certificación es un paso crucial para la consolidación de Bolivia como un actor en la transición energética global. La combinación de recursos naturales favorables, planificación estratégica y adhesión a estándares internacionales pone al país en una posición privilegiada para contribuir al desarrollo del mercado de hidrógeno verde, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles y avanzando hacia una economía más sostenible.