Un informe del Banco Mundial titulado «Keys to Energy‑Efficient Shipping« concluye que las medidas de eficiencia energética pueden reducir el costo total de la transición energética del transporte marítimo hasta en 220.000 millones de dólares al año, y que inversiones anuales relativamente modestas en eficiencia permitirían ahorrar cientos de miles de millones en el gasto en combustibles verdes a medida que estos sustituyen a los fósiles.
El estudio muestra que inversiones anuales aproximadas de 35.000 millones de dólares en medidas de eficiencia a escala de flota tienen el potencial de ahorrar hasta 270.000 millones de dólares por año en costos de combustibles verdes, reduciendo la exposición del sector a la volatilidad de los precios y mejorando la relación coste‑beneficio de la descarbonización marítima.
Las medidas técnicas y operativas evaluadas por el Banco Mundial pueden recortar las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo global en un rango de 23% a 39% para 2030 respecto a los niveles de 2008, con un escenario máximo que aproxima una reducción de hasta 40% en 2030, lo que en muchos supuestos supera las ambiciones interinas actuales de la Organización Marítima Internacional (OMI) para esa fecha.

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Medidas identificadas por el informe
El informe distingue entre intervenciones de corto plazo como la optimización de llamadas a puerto y la reducción de velocidad operacional, y medidas de medio plazo como la incorporación de soluciones tecnológicas (por ejemplo, propulsión asistida por viento) y rediseños de casco y planta propulsora que aumentan la eficiencia a lo largo de la vida útil de los buques.
Además, según el diagnóstico del Banco Mundial, la mayor reserva de reducción de emisiones inmediata reside en la disminución de la velocidad del conjunto de la flota, con potenciales reducciones de emisiones de 5% a 15% solo por ajustes de velocidad, complementadas por ahorros adicionales mediante la optimización de maniobras y velocidad en aproximación a puertos congestionados.

El análisis estima que alrededor de la mitad de las reducciones de emisiones derivadas de medidas de eficiencia serán rentables en 2030, permitiendo evitar hasta 250 millones de toneladas de emisiones a un costo neto nulo para el sector; en ese escenario las medidas contribuirían a abaratar significativamente el gasto en combustible y podrían autofinanciarse mediante ahorros operativos.
Variación por segmento
El estudio evalúa específicamente cargueros a granel, portacontenedores y petroleros, que juntos representan cerca del 80% de las emisiones del transporte marítimo, y muestra que la rentabilidad y la efectividad de las medidas varían por tipo de buque:
- Los portacontenedores obtienen grandes beneficios mediante reducción de velocidad;
- Los graneleros presentan condiciones favorables para soluciones de asistencia eólica;
- Los petroleros enfrentan mayores costos marginales de abatimiento por limitaciones técnicas y de operación.
Por otra parte, el Banco Mundial identifica además barreras económicas, conductuales y organizacionales que impiden la adopción masiva de medidas de eficiencia, y utiliza estudios de caso sobre optimización en puerto y propulsión asistida por viento para ilustrar cómo mecanismos regulatorios, incentivos financieros y modelos operativos innovadores pueden superar esos obstáculos.

El informe subraya que, aunque la eficiencia es la palanca más costo‑efectiva en el corto y medio plazo, no es suficiente por sí sola para alcanzar los objetivos climáticos de la OMI en 2040 y 2050.
Además, señala que las rutas con combustibles verdes como metanol y amoníaco seguirán siendo indispensables y, por tanto, la combinación de eficiencia y combustibles descarbonizados representa la vía más económica y resilientede descarbonización del sector.
Recomendaciones e implicaciones
Entre las recomendaciones principales, el Banco Mundial aboga por priorizar inversiones en medidas de eficiencia de alto impacto y bajo costo, diseñar incentivos que internalicen los ahorros futuros por combustible, desplegar programas de apoyo técnico y financiero para superar barreras de adopción y promover la normalización y el intercambio de datos operativos que permitan replicar soluciones efectivas a escala global.
El documento enfatiza que la reducción de costos de transporte derivada de la eficiencia tiene una importancia particular para los países en desarrollo, cuyos costos logísticos y exposición a fluctuaciones de precios energéticos afectan competitividad y acceso a mercados.
El Banco Mundial recomienda que las políticas internacionales y la cooperación técnica focalicen apoyo en medidas que generen beneficios simultáneos de emisiones y costos operativos para estos países.
El documento «Keys to Energy‑Efficient Shipping» posiciona la eficiencia energética como una prioridad estratégica que puede recortar de manera inmediata y sustancial tanto emisiones como costos de la transición marítima, y plantea una hoja de ruta práctica para que gobiernos, armadores, portuarios y financiadores coordinen inversiones y políticas que maximicen los beneficios en la senda hacia una flota descarbonizada.















