La transformación del sistema energético alemán para alejarlo de los combustibles fósiles debe reforzarse rápidamente con una capacidad suficiente de centrales eléctricas «basadas en moléculas» que puedan respaldar el sistema energético del país en épocas de escasa generación de energía eólica y solar, declaró el ministro de Economía y Clima de Alemania, Robert Habeck.
«La planificación y las subastas tienen que empezar ya», dijo Habeck en un acto organizado por la asociación alemana del sector de las energías renovables BEE, añadiendo que el gobierno subastará un «gran número» de centrales eléctricas de hidrógeno y otras capacidades de respaldo todavía en 2023.
«Necesitamos mucha capacidad de centrales eléctricas que no funcionen continuamente. Tenemos que actuar antes de que haya demanda», dijo el ministro, explicando que estas centrales serán necesarias principalmente para proporcionar flexibilidad al sistema energético y estabilizar la red cuando el viento y el sol sean insuficientes.
Respecto al debate sobre la reversión de la salida de Alemania de la energía nuclear, pidió más «disciplina política» y determinación a la hora de llevar a cabo un plan. «No debemos reabrir todos los debates», dijo Habeck, añadiendo que esto desanimaría a los inversores, que no están seguros de que las inversiones en renovables y otras tecnologías de transición energética sean rentables.
Las empresas de energías renovables necesitan «garantías de que recibirán pedidos«, dijo Habeck, algo que el gobierno podría acabar proporcionando.
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Sustitución de fósiles
Aportar capital en este periodo crucial de transformación podría ser necesario tanto para el despliegue de la energía renovable como para apartarse de la industria de los combustibles fósiles, dijo el ministro, pero advirtió que esto no debería equivaler a una «competencia de subvenciones» con otros países, en particular Estados Unidos y su Ley de Reducción de la Inflación (IRA). «Eso es lo más tonto que podría pasar», argumentó.
Conseguir una capacidad de almacenamiento suficiente para la energía renovable, por ejemplo en forma de hidrógeno, es uno de los mayores retos para lograr un sistema energético descarbonizado.
Dado que Alemania está eliminando progresivamente la energía nuclear este año y pretende completar su salida del carbón en la década de 2030, el país necesitará instalar capacidad de centrales eléctricas que puedan sustituir a las centrales de carbón y nucleares retiradas.
Aunque el gas natural se ha considerado durante mucho tiempo como una «tecnología puente» en el camino hacia una energía 100% renovable, la guerra de Rusia contra Ucrania y la consiguiente crisis energética han puesto en duda esta estrategia, lo que ha llevado al gobierno alemán a acelerar enormemente sus planes de despliegue de fuentes de energía renovables y de hidrógeno verde.