El Tribunal de Cuentas Europeo criticó a la Comisión Europea por fijar unos objetivos de producción e importación de hidrógeno para 2030 inalcanzables, al tiempo que elogia su rápida adopción de las normas del mercado, en un nuevo informe publicado el pasado 17 de julio.
En 2020, la UE adoptó una de las primeras estrategias mundiales sobre el hidrógeno. Más tarde, en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, el bloque apostó por el vector para sustituir los flujos de gas procedentes del Kremlin, fijando un objetivo de 10 millones de toneladas de producción y 10 millones de toneladas de importaciones para 2030.
«Cuatro años después de la publicación de la estrategia sobre el hidrógeno, pedimos una revisión de la realidad», dijo Stef Bloc, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo encargado de elaborar un nuevo informe sobre el hidrógeno.
«Basándose en la información disponible de los Estados miembros y la industria, es improbable que la UE los cumpla para 2030«, señaló Bloc. El informe dice que los objetivos estaban «impulsados por la voluntad política en lugar de basarse en análisis sólidos«.
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Detalles del informe
El exhaustivo informe de los auditores sobre la política de la UE en materia de hidrógeno ofrece una imagen contradictoria de un bloque que ha adoptado la legislación adecuada para impulsar el mercado del hidrógeno, pero que también ha fijado objetivos «políticos» excesivos para la producción y las importaciones.
Los auditores también constataron que la UE no está gastando su dinero con sensatez. El informe afirma que la Comisión «no dispone de datos completos sobre la financiación pública nacional asignada o prevista», mientras que los 18.800 millones de euros que Bruselas desembolsará en el periodo 2021-2027 están «dispersos en varios programas con diferentes normas de financiación».
«Esto dificulta a los promotores de proyectos de hidrógeno determinar qué programa se adapta mejor a su proyecto», añade el informe.
Bloc dijo que la Comisión «merece crédito por su trabajo sobre el marco jurídico del hidrógeno renovable», pero la valoración positiva viene con una advertencia: el retraso de varios años en la adopción del acto delegado sobre «adicionalidad», que establece normas para el «hidrógeno renovable», el tipo más respetuoso con el clima, había creado incertidumbre en el mercado y asustado a los inversores.
La «incertidumbre creada por la ausencia de este acto delegado crucial fue una de las principales razones por las que los promotores de proyectos se aplazaban antes de tomar sus decisiones finales de inversión», según los auditores.
Los auditores aconsejan a la UE que «actualice su Estrategia del Hidrógeno basándose en una cuidadosa evaluación» de los «incentivos de mercado para el hidrógeno renovable y bajo en carbono», así como de la «escasa financiación de la UE» y de las «implicaciones geopolíticas de la producción de la UE frente a las importaciones».
Esto significa «actualizar» los objetivos del hidrógeno «para que sean ambiciosos pero realistas», escribe también el informe.