A pesar de un escenario global incierto y del reciente retraso en la adopción del nuevo marco de emisiones marítimas por parte de la Organización Marítima Internacional (IMO), Chile reafirmó su compromiso con el desarrollo del hidrógeno verde como pilar de su estrategia de descarbonización.
Autoridades gubernamentales y representantes de la industria destacaron que el país mantendrá el rumbo trazado hacia una economía energética limpia, diversificada y competitiva, independientemente del ritmo regulatorio internacional.
La decisión de la IMO de postergar la aprobación del marco regulatorio sobre emisiones del transporte marítimo, un componente clave para establecer estándares de uso de combustibles alternativos como el hidrógeno y el amoníaco verde, generó preocupación entre los países exportadores potenciales.
Sin embargo, el Ministerio de Energía de Chile aseguró que el país continuará avanzando con su hoja de ruta para el desarrollo de hidrógeno, al considerar que los fundamentos técnicos, económicos y ambientales del proyecto nacional son sólidos y de largo plazo.
En declaraciones recogidas por BNamericas, autoridades chilenas recalcaron que “los objetivos nacionales no dependen de una única regulación internacional”, y que el país seguirá promoviendo inversiones, innovación y cooperación regional para posicionarse como proveedor estratégico de hidrógeno verde y sus derivados.
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Mercado regional en expansión
De acuerdo con BNamericas, actualmente existen más de 70 iniciativas activas de hidrógeno verde y derivados en América Latina, lo que refleja el creciente interés de la región en esta fuente energética.
Chile lidera ese ranking con cerca de una veintena de proyectos en distintas etapas, desde pilotos hasta plantas de producción a escala, ubicados principalmente en las regiones de Antofagasta, Atacama y Magallanes.
Estos proyectos, impulsados por empresas nacionales y multinacionales, buscan aprovechar los altos niveles de radiación solar y potencial eólico para producir hidrógeno competitivo a nivel mundial.
La infraestructura en desarrollo incluye plantas de electrólisis, sistemas de transporte y almacenamiento, y terminales portuarias preparadas para la exportación de amoníaco verde.

Inversión y diversificación tecnológica
En paralelo, Chile trabaja en iniciativas de almacenamiento, certificación y transporte que permitan consolidar un ecosistema integral del hidrógeno.
La Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile) y el Comité de Corfo han promovido una serie de alianzas público-privadas orientadas a mejorar la competitividad de los proyectos, fortalecer las capacidades locales y acelerar la adopción de tecnologías limpias.
Empresas como HIF Global, Engie, TotalEnergies, Enaex y Siemens Energy participan en proyectos emblemáticos que, en conjunto, podrían atraer inversiones por más de 20.000 millones de dólares hacia 2035.
Estas iniciativas no solo apuntan a la exportación, sino también a la descarbonización de sectores industriales y mineros, generando empleos y transferencia tecnológica en distintas regiones del país.
Hacia un marco regulatorio propio y flexible
Mientras la normativa internacional se ajusta a los nuevos escenarios, Chile busca avanzar en la creación de su propio marco regulatorio nacional que ofrezca certidumbre a los inversionistas.
El gobierno estudia mecanismos de certificación del hidrógeno bajo criterios de sostenibilidad, incentivos fiscales y protocolos de seguridad para la producción y transporte del combustible.
Fuentes del Ministerio de Energía indicaron que estos esfuerzos se enmarcan en la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, presentada en 2020, que fija como meta producir el hidrógeno verde más competitivo del mundo para 2030 y posicionar al país entre los principales exportadores hacia 2040.
Por ello, el aplazamiento de las reglas marítimas internacionales ha sido interpretado por el gobierno chileno como un desafío temporal y no como un obstáculo estructural.
El país apuesta por una estrategia de largo plazo que combina inversión sostenida, cooperación internacional y estabilidad regulatoria, factores que lo mantienen a la vanguardia del desarrollo de energías limpias en la región.















