La ambición de Colombia de liderar la transición energética hacía el uso del hidrógeno de bajas emisiones ha impulsado un gran interés en comprender el papel que desempeñarán los hubs de hidrógeno en el desarrollo de un ecosistema nacional competitivo tanto a nivel local como global.
Sin embargo, la evaluación de posibles ubicaciones para estos hubs presenta desafíos significativos, especialmente en términos de viabilidad, escala y capacidad de integración con las economías locales.
En entrevista de H2 Business News realizada a Luis Miguel Diazgranados, mánager de operaciones de Hinicio en Colombia, empresa de consultoría especializada en hidrógeno de bajas emisiones y derivados, se evaluaron las complejidades desde la conceptualización hasta la implementación de un hub de hidrógeno.
El objetivo es aclarar malentendidos comunes e identificar características relevantes que definirán su éxito, proporcionando así una visión clara sobre su potencial implementación en Colombia.
• H2BN: Para comenzar, ¿podría aclarar qué es un hub de hidrógeno y cuál es su relevancia para Colombia?
LMD: Un hub de hidrógeno se define como un ecosistema integrado en un área geográfica específica relativamente pequeña y con una infraestructura multifuncional clave, que cuenta con capacidades de producción, almacenamiento, distribución y uso de hidrógeno de bajas emisiones y/o sus derivados.
Este nivel de integración facilita la colaboración entre múltiples actores de la cadena de valor, generando eficiencias operativas y logísticas, y sinergias estratégicas. Es importante entender que un verdadero hub de hidrógeno requiere de la participación activa de diversos actores y proyectos individuales para maximizar su potencial.
En el contexto colombiano, la Hoja de Ruta del Hidrógeno, publicada en 2021, establece objetivos ambiciosos para la incorporación del hidrógeno a partir de 2030. Para alcanzar estos objetivos, es crucial identificar oportunidades donde el hidrógeno pueda ser competitivo a corto plazo, permitiendo avances rápidos y coordinados.
Al minimizar la inversión necesaria y acelerar la adopción del hidrógeno en sectores clave, los hubs de hidrógeno se presentan como una plataforma ideal para lograr esto.
• Con relación a los desafíos, ¿cuáles son los factores clave para la viabilidad de un hub de hidrógeno en Colombia?
LMD: Los tres pilares fundamentales para asegurar su viabilidad incluyen: una amplia disponibilidad de energías renovables a bajo costo para asegurar una producción rentable del hidrógeno, una infraestructura adecuada para el manejo del hidrógeno y sus derivados, y una demanda local o industrial sólida que garantice un mercado para los productos.
El último punto es quizás el más crítico. A diferencia de proyectos en otros mercados más establecidos, como el eléctrico o el de petróleo y gas, el éxito de los proyectos de hidrógeno depende directamente de la identificación de consumidores específicos. Adicionalmente, la capacidad de agregar volúmenes importantes de demanda en hubs con varios consumidores es crucial para alcanzar economías de escala que complementen la reducción de costos que pueden ofrecer las energías renovables de bajo costo.
La viabilidad de un hub de hidrógeno estará fuertemente condicionada a que su potencial demanda sea lo suficientemente grande, que tenga capacidad real de crecimiento en el corto y mediano plazo, y que pueda concentrarse en aplicaciones donde el hidrógeno muestre una mayor competitividad técnica, económica y/o regulatoria.
Un ejemplo crucial de esto es la proximidad a puertos como habilitadores de aplicaciones para exportación, destacando la importancia de una infraestructura común eficiente y de la cooperación estratégica entre diversos sectores.
• Respecto a regiones como La Guajira, ¿cuál es su perspectiva sobre su potencial como hub de hidrógeno renovable?
LMD: La Guajira posee una ventaja única debido a la complementariedad de sus recursos eólicos y solares, lo cual resulta fundamental para aumentar el factor de carga de los electrolizadores y reducir los costos de producción de hidrógeno.
Esta combinación es excepcional a nivel mundial y posiciona a La Guajira como una región potencial en la producción de hidrógeno renovable. Además, su ubicación estratégica facilita la exportación, aprovechando su proximidad a mercados internacionales.
No obstante, esta región se enfrenta a desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a la integración y aceptación social dentro de las comunidades Wayúu, las cuales desempeñan un papel fundamental en el desarrollo sostenible de proyectos de energía renovable, incluyendo aquellos relacionados con el hidrógeno.
Es esencial abordar estos desafíos a través de un diálogo abierto y ofreciendo beneficios tangibles a las comunidades locales, asegurando así el respeto de sus derechos y promoviendo una transición justa.
• Comparando a La Guajira con Barranquilla y Cartagena, ¿cómo evalúa el potencial de estas dos ciudades para desarrollar hubs de hidrógeno?
LMD: Barranquilla y Cartagena, gracias a su infraestructura portuaria y base industrial, también presentan oportunidades importantes para el desarrollo de hubs de hidrógeno.
Aunque no disponen de la misma dotación de recursos renovables como La Guajira, su potencial demanda industrial, cercanía a puertos y presencia de proyectos actuales, tanto en operación como en desarrollo, subrayan su capacidad para contribuir a la economía del hidrógeno.
La clave para Barranquilla y Cartagena será maximizar su infraestructura existente promoviendo el uso compartido de la misma, fomentar la colaboración público-privada y reforzar las sinergias entre actores para superar los retos logísticos y de mercado.
• Dada la relevancia del hidrógeno en la producción de amoniaco y metanol, ¿cómo pueden los hubs satisfacer la demanda local de estos productos industriales?
Luis Miguel Diazgranados: Los hubs de hidrógeno presentan un vasto potencial para atender la creciente demanda de productos químicos esenciales, como el amoniaco y el metanol, en Colombia.
Constituyen una solución para la producción eficiente y sostenible de estos insumos, contribuyendo a reducir nuestra dependencia de los mercados internacionales y a mitigar la volatilidad de sus precios.
De esta manera, los hubs pueden desempeñar un papel fundamental para asegurar la soberanía alimentaria del país y fortalecer el crecimiento de nuestro sector industrial, al mismo tiempo que abren oportunidades de exportación.
La inversión en tecnologías avanzadas resulta crucial, abarcando aspectos como la captura de carbono y su utilización como insumo para los derivados del hidrógeno, instalaciones de electrólisis alimentadas por energías renovables, integración con procesos de producción en el downstream, y sistemas de almacenamiento y logística de distribución eficiente.
• Teniendo en cuenta el transporte, ¿de qué manera podrían los hubs de hidrógeno contribuir a la disminución de emisiones en esta industria?
LMD: Algunos segmentos, como el transporte de carga pesada, buses biarticulados o vehículos «off-road», como camiones mineros, se presentan como oportunidades para la adopción del hidrógeno debido a sus elevados requisitos de energía, potencia, tiempos de operación y necesidades de autonomía. Estos superan las limitaciones técnico-económicas que podrían surgir con alternativas eléctricas.
En contraste, en el ámbito de la movilidad ligera, los vehículos de hidrógeno enfrentan desafíos como la falta de infraestructura de recarga y costos elevados, lo que hace que los vehículos eléctricos a batería sean más competitivos en este segmento de uso.
Como se mencionó anteriormente, la consolidación de la demanda en hubs, junto con los bajos costos de energía renovable, permite minimizar los costos unitarios de producción y acondicionamiento del hidrógeno. Cualquier proyecto de movilidad basado en el vector podría aprovechar esta reducción de costos siempre que esté ubicado dentro del área geográfica del hub.
Aunque la movilidad por sí sola no sea el principal motor para establecer un hub, dado su nivel de demanda moderado en comparación con proyectos industriales, aún podría beneficiarse de las sinergias generadas dentro de estos ecosistemas.
Asimismo, debido a las características de suministro en el sector de movilidad terrestre y las aplicaciones específicas en las que resulta competitivo en comparación con los vehículos eléctricos a batería (BEVs), el impacto de los vehículos de hidrógeno en la reducción de emisiones en este sector es menor.
• Algunos estudios sugieren su aplicación más allá del transporte y la industria química, incluso en aplicaciones residenciales. ¿Cuál es su evaluación respecto a la viabilidad y el impacto realista de integrar el hidrógeno en el ámbito residencial en Colombia?
LMD: El potencial de emplear hidrógeno en aplicaciones residenciales en Colombia, y en general, es relativamente limitado en comparación con otros sectores. La infraestructura necesaria para la integración del hidrógeno en usos domésticos, como calefacción y cocina, implica inversiones significativas para adaptar las instalaciones existentes y garantizar la seguridad.
Además, la competitividad de la solución de hidrógeno en el ámbito residencial se ve afectada por el actual costo de la tecnología y la eficiencia comparativa con otras fuentes de energía renovable, como la solar, que puede ser directamente aplicable y rentable para los consumidores residenciales.
En consecuencia, a corto y medio plazo, el enfoque en el uso residencial del hidrógeno no parece ser una opción competitiva ni prioritaria para Colombia.
• Para terminar, ¿cómo pueden los tomadores de decisiones en los sectores público y privado mantener una perspectiva equilibrada para identificar de manera objetiva las oportunidades reales sin dejarse llevar por el entusiasmo mediático?
LMD: La clave para avanzar de manera efectiva en la industria del hidrógeno renovable en Colombia es adoptar un enfoque pragmático y basado en evidencia. Esto implica realizar evaluaciones exhaustivas de la viabilidad técnica, económica y ambiental antes de comprometer recursos significativos.
Es fundamental reconocer que, aunque el hidrógeno renovable tiene un potencial considerable para contribuir a la descarbonización de sectores específicos, no es la solución universal para todos los desafíos energéticos.
En algunos casos, existen alternativas cero carbono más competitivas y maduras tecnológicamente, especialmente para aplicaciones residenciales, de calor y en partes del sector transporte, donde las soluciones basadas en la electrificación directa pueden ofrecer resultados más inmediatos y rentables.
Por lo tanto, es esencial priorizar proyectos de hidrógeno en áreas donde realmente se puedan ofrecer ventajas competitivas y de valor agregado, como el transporte pesado y la industria, y así evitar el impulso de iniciativas basadas en expectativas infundadas que no se alinean con las condiciones y necesidades locales.
Promover un diálogo abierto y basado en datos entre el gobierno, la industria, la academia y la sociedad civil contribuirá significativamente a identificar y aprovechar las oportunidades reales para el hidrógeno renovable en Colombia, asegurando que los esfuerzos y la inversión se dirijan hacia los proyectos más prometedores y sostenibles.