La Cooperación Alemana-Brasileña para el Desarrollo Sostenible (GIZ) inauguró la semana pasada un proyecto piloto de producción de hidrógeno verde en el campus de la Universidad Federal de Itajubá (UNIFEI), en Minas Gerais, Brasil.
El proyecto forma parte del Centro de Hidrógeno Verde (CH2V), inaugurado el año pasado, y cuenta con un electrolizador de 300 kW, de tecnología PEM (Membrana de Intercambio de Protones), capaz de producir hidrógeno verde a un ritmo de 60 Nm3 por hora.
La energía para la electrólisis procede de tres plantas solares fotovoltaicas instaladas en el campus de la UNIFEI.
CH2V es una iniciativa de H2Brasil, una asociación de la GIZ con el Ministerio de Minas y Energía, que ha destinado al proyecto unos 5 millones de euros del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.
«El hidrógeno puede utilizarse como combustible para el transporte terrestre, marítimo y aéreo, y Brasil cuenta con las ventajas naturales y estructurales para convertirse en un actor global en la transición hacia una economía baja en carbono y aprovechar las oportunidades económicas asociadas al hidrógeno verde», afirmó Markus Francke, director de H2Brasil.
También te puede interesar | Brasil: Los centros del hidrógeno deben centrarse en la densificación nacional y la descarbonización de la industria
Detalles de la planta de GIZ
Además de la unidad de producción, el centro cuenta con la primera estación de repostaje de hidrógeno de 700 bares del país, lo que lo convierte en una plataforma de investigación y desarrollo para la movilidad y la industria del hidrógeno.
Daniel Lopes, socio y director comercial de Hytron, empresa que suministra el electrolizador y las estructuras de compresión y repostaje, afirma que la tecnología permite repostar el vehículo en menos tiempo y le da más autonomía.
«Un turismo como el Toyota Mirai, alimentado a 700 bares, alcanza una autonomía de entre 750 y 800 kilómetros. Esta presión garantiza una autonomía superior a la del combustible convencional, duplicando la eficiencia respecto al suministro a presiones inferiores», explicó Lopes a la agencia eixos.
Según el rector de UNIFEI, Edson Bortoni, CH2V ha despertado el interés de una veintena de empresas, entre ellas Mercedes-Benz y la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), que están en conversaciones para integrar la investigación sobre el uso de hidrógeno verde en sus procesos.
«Se trata principalmente de empresas de movilidad, fabricantes de camiones, autobuses y automóviles, así como siderúrgicas que buscan alternativas al gas natural para la calefacción industrial. El hidrógeno verde es una alternativa con un gran potencial de descarbonización», explicó Bortoni.
Un estudio elaborado por la GIZ en colaboración con el MME revela que la transición al hidrógeno verde en Brasil tiene potencial para aumentar el Producto Interior Bruto (PIB) en 61.500 millones de reales de aquí a 2050 y crear unos 177.000 puestos de trabajo.