La agricultura del hidrógeno es una tendencia emergente en la agricultura sostenible que utiliza el vector limpio y tecnologías de pilas de combustible para alimentar diversos procesos agrícolas.
A medida que aumenta la preocupación por el impacto medioambiental de la agricultura convencional, el hidrógeno ofrece una forma más limpia y ecológica de cultivar y criar ganado.
Aunque todavía se encuentra en sus primeras fases, la agricultura del hidrógeno se está convirtiendo en una realidad en Estados Unidos y otras partes del mundo, donde destacan proyectos piloto y aplicaciones comerciales que están demostrando la viabilidad de los equipos y prácticas basados en el vector en explotaciones reales.
El concepto básico de la agricultura del hidrógeno es sustituir la maquinaria que funciona con combustibles fósiles, y los fertilizantes y pesticidas de origen petroquímico por alternativas de hidrógeno.
Esto puede reducir significativamente la contaminación atmosférica y las emisiones de carbono asociadas a la agricultura convencional. Las pilas de combustible de hidrógeno, que producen electricidad mediante una reacción electroquímica, permiten que la maquinaria agrícola funcione con cero emisiones.
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Tracción
Los tractores tradicionales funcionan con gasóleo, que emite gases de efecto invernadero, mientras que los de pila de combustible de hidrógeno generan electricidad a partir de la reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno que alimenta un motor eléctrico, y cuyos únicos subproductos son electricidad, agua y calor.
Los principales fabricantes de tractores, como John Deere, han desarrollado prototipos de tractores de hidrógeno, que trabajan con la misma intensidad como los diésel, y cuentan con depósitos de alta presión, y el repostaje solo lleva unos minutos.
Los agricultores que utilizan tractores de hidrógeno ya no inhalan humos de gasóleo durante las largas jornadas de trabajo en el campo.
Además, los tractores de hidrógeno tampoco contaminan el suelo ni los cultivos, y su funcionamiento es mucho más silencioso que el de los tractores diésel, lo que es mejor para los trabajadores y los animales.
Fertilizantes verdes
Los fertilizantes creados mediante la producción de hidrógeno verde se perfilan como una prometedora herramienta para la agricultura sostenible.
El hidrógeno reacciona con el nitrógeno para formar amoníaco, que las plantas pueden absorber para su crecimiento, y los fertilizantes verdes de amoníaco hechos con hidrógeno serán fundamentales para descarbonizar la agricultura.
Estos fertilizantes de hidrógeno renovable pueden proporcionar la misma nutrición a los cultivos que los fertilizantes tradicionales, sin consumo de combustibles fósiles ni emisiones de GEI. Los investigadores están desarrollando técnicas para crear fertilizantes de amoníaco utilizando hidrógeno verde y nitrógeno separado del aire.
La producción tradicional de amoniaco para fertilizantes depende de combustibles fósiles y emite grandes cantidades de CO2, pero el cambio al hidrógeno renovable permitirá a los agricultores aumentar la producción y la nutrición sin emisiones de carbono.
Varias empresas están construyendo instalaciones para fabricar fertilizantes de hidrógeno a escala para la agricultura.