En medio del auge del hidrógeno como fuente energética limpia y estratégica, el almacenamiento seguro emerge como uno de los desafíos más críticos para viabilizar su adopción masiva.
Actualmente, startups científicas y tecnológicas trabajan en el desarrollo de soluciones que permitan almacenar hidrógeno de manera eficiente, económica y escalable, sin recurrir a la alta presión ni a temperaturas extremas.
Entre las alternativas más prometedoras, las estructuras metal-orgánicas, conocidas como MOFs (Metal-Organic Frameworks) se consolidan como una plataforma disruptiva con enorme potencial de aplicación industrial.
Los MOFs son compuestos cristalinos formados por iones metálicos y ligandos orgánicos que crean redes porosas tridimensionales, y es una arquitectura que ofrece superficies internas extraordinariamente amplias, ideales para la adsorción de gases.
La capacidad de los MOFs para retener hidrógeno a bajas presiones no solo incrementa la seguridad operativa del sistema, sino que permite diseñar soluciones modulares para sectores como la movilidad, el almacenamiento descentralizado y la generación distribuida.
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Avances recientes en investigación y optimización
En los últimos años, distintos centros de investigación y startups han logrado avances notables en la funcionalización de MOFs para maximizar su rendimiento con hidrógeno.
Se han desarrollado variantes capaces de operar con alta selectividad, mejorar la densidad volumétrica del gas y liberar hidrógeno de forma controlada según la demanda.
Algunos MOFs de última generación, como los desarrollados por la startup británica Immaterial, alcanzan configuraciones con más de 100.000 combinaciones posibles entre ligandos (molécula, ion o grupo funcional que se une a un átomo metálico central) y metales, lo que permite ajustar sus propiedades según el caso de uso.
Simultáneamente, startups como NuMat Technologies (EE.UU.) y MOF Technologies (Irlanda) han logrado escalar prototipos de almacenamiento que utilizan estos materiales para aplicaciones portátiles, industriales y vehiculares.
En el caso latinoamericano, se comienzan a gestar iniciativas vinculadas a centros de excelencia en materiales avanzados en países como Brasil, Chile y México, donde el potencial renovable habilita proyectos piloto para hidrógeno verde y sus derivados.
MOFs como herramienta para escalar el hidrógeno verde en América Latina
En la región, los MOFs podrían desempeñar un rol estratégico en la expansión del hidrógeno verde, especialmente en zonas alejadas de los grandes nodos industriales o de transporte.
Su capacidad para almacenar hidrógeno a baja presión simplifica los sistemas de distribución, reduce los riesgos asociados al uso de tanques de alta presión y abre oportunidades para la implementación en comunidades rurales, hubs logísticos o corredores de transporte limpio.
Además, la versatilidad de los MOFs permite integrarlos en esquemas combinados de captura de CO2 y producción de e-combustibles, aportando soluciones complementarias para sectores como la agroindustria, la minería y el transporte pesado.
Estas aplicaciones no solo optimizan los ciclos productivos, sino que también abren la puerta a modelos de negocio circulares e intersectoriales, coherentes con las metas climáticas regionales.
Conectar ciencia, industria y desarrollo territorial
El desarrollo de MOFs para almacenamiento seguro de hidrógeno representa una intersección virtuosa entre conocimiento científico de frontera, innovación empresarial y estrategias de sostenibilidad energética.
En América Latina, esta tecnología ofrece la posibilidad de conectar regiones con abundantes recursos renovables con mercados emergentes de hidrógeno, generando empleo especializado, capacidades tecnológicas y nuevos paradigmas de desarrollo productivo.
El desafío no solo pasa por escalar la investigación, sino por articular ecosistemas que promuevan la colaboración entre universidades, centros tecnológicos, startups y gobiernos.
La transición energética requiere soluciones como esta: profundas en conocimiento, valientes en diseño, y contextualizadas en función del territorio y sus necesidades reales.