Scitem, empresa emergente de Japón, pretende lanzar su generador portátil de hidrógeno para utilizarlo como fuente de electricidad de emergencia.
La unidad portátil utiliza cartuchos de hidrógeno reemplazables, tiene el aspecto de un maletín y permite a los usuarios abastecerse de energía. También sirve para alimentar dispositivos recargables, como teléfonos inteligentes y otros, mediante cables USB o enchufes eléctricos estándar.
Los cartuchos de hidrógeno se diferencian de las baterías en que no producen la electricidad por sí mismos, por lo que no se degradan con el tiempo. Scitem ha creado un sistema prototipo con una potencia de 30 vatios, suficiente para alimentar un ordenador portátil.
La empresa aún no ha fijado el precio de las unidades, pero espera que sea de unos 500.000 yenes (4.400 dólares) cuando se produzcan en masa y tiene previsto comercializar los módulos con diferentes opciones de potencia eléctrica, en función de los pedidos que reciba. Espera hacer el lanzamiento para mediados de 2022.
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Soluciones de hidrógeno
La empresa, con sede en la prefectura japonesa de Ishikawa, ha estado produciendo bidones de hidrógeno que vendía a clientes que realizaban investigaciones, y considera que la producción de electricidad de emergencia es una estrategia para desarrollar una nueva base de clientes para sus unidades de almacenamiento.
Scitem también está estudiando otras aplicaciones para las unidades, como la movilidad. Para ello, ha creado un sistema de cartuchos para un prototipo en colaboración con Gita, empresa que diseña maquinaria y produce dispositivos destinados a ahorrar trabajo.
Al igual que el sistema de generadores de hidrógeno de Scitem, la pila de combustible se instala internamente junto con un cartucho reemplazable, que junto al hecho de que esta unidad no contenga un motor supone una reducción sustancial de las vibraciones durante su funcionamiento.
Además, según la empresa, el prototipo produciría electricidad sin emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que hace posible el uso de esta tecnología en una serie de aplicaciones, como patines y sistemas de guiado automático.
Los cartuchos de hidrógeno «pueden sustituirse como las pilas secas, por lo que es posible un funcionamiento continuo. No es necesario construir estaciones de hidrógeno», afirma el presidente de Scitem, Kan Tanaka.
Aunque la empresa no publica sus ingresos anuales, «aspiramos a alcanzar la marca de los 2.000 millones de yenes en tres años», dijo Tanaka.
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Redacción | Antonio Vilela