Shell Hydrogen anunció el cierre inmediato y permanente de sus siete estaciones de hidrógeno en California, por lo que la empresa de energía dejará de operar sus puntos de recarga del vector para vehículos ligeros en Estados Unidos.
El cierre de las estaciones de hidrógeno en California supone un golpe en el mercado de los vehículos propulsados por hidrógeno, que ya está luchando por despegar en Estados Unidos. Además, California es el único estado del país donde el vector está disponible para repostar vehículos de pila de combustible.
Hasta que Shell decidió cerrar sus puntos de repostaje en California, gestionaba siete de los 55 puntos disponibles para los conductores en California, y formaba parte de la Hydrogen Fuel Cell Partnership (H2FCP).
Los fabricantes de automóviles y los gigantes del gas llevan mucho tiempo hablando de los turismos de pila de combustible, sobre todo por su potencial como alternativa a los eléctricos de batería.
La tecnología ha tenido una acogida creciente en el transporte de mercancías y en las aplicaciones pesadas, pero el mercado de los vehículos ligeros no ha tenido el mismo éxito en Estados Unidos.
Según Andrew Beard, vicepresidente de Shell Hydrogen, la razón por la que cerraban de forma inmediata y permanente los puntos de repostaje era «debido a complicaciones en el suministro de hidrógeno y a otros factores externos del mercado».
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Shell mantiene otras operaciones
«Tras el cierre temporal de cinco de sus ocho estaciones de servicio para vehículos ligeros, Shell tomó la decisión de abandonar el mercado de repostaje de hidrógeno para vehículos ligeros de pasajeros en California», dijo la compañía en un comunicado.
«De la red de servicio ligero de Shell en EEUU, siete estaciones han sido cerradas, y la empresa explora opciones para desinvertir en su estación de Torrance, California», indicó la empresa.
Sin embargo, Shell sigue viendo valor en el hidrógeno como combustible para camiones pesados: «Específicamente, vemos un papel importante para el hidrógeno en la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada (cemento, productos químicos de acero) y el transporte pesado, y tenemos la intención de desarrollar oportunidades en áreas donde vemos adyacencias con nuestros negocios integrados y caminos hacia la rentabilidad».
Y la empresa señala que también tiene producción de hidrógeno «verde»: «En términos de producción, actualmente tenemos producción de hidrógeno verde en China y Alemania; y en los Países Bajos, Shell ha invertido en Holland Hydrogen I, que será la mayor planta de hidrógeno renovable de Europa una vez que esté operativa».
«Shell sigue activa en el hidrógeno en los EE.UU., donde continuamos operando tres estaciones de servicio pesado en el sur de California. Mantenemos que el hidrógeno es una importante solución energética baja en carbono para el futuro y seguiremos invirtiendo en hidrógeno de forma disciplinada, centrándonos en sectores que no pueden electrificarse completamente, como la industria pesada y el transporte», dijo la empresa.
La intención de Shell es invertir hasta 1.000 millones de dólares al año en hidrógeno y CCS (captura y almacenamiento de carbono) en 2024 y 2025, centrándose en regiones clave donde tiene «ventaja competitiva y fuertes adyacencias con nuestro negocio existente.»
Shell no fijó la medida en la rentabilidad específicamente, pero sí dijo que el «objetivo de la compañía es ser más disciplinados en nuestra entrega, centrándose en el valor sobre el volumen, y dar prioridad a la inversión de capital en áreas donde tenemos claras ventajas competitivas.»