Airbus y Linde, empresa líder mundial en gases industriales e ingeniería, han firmado un Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) para trabajar en el desarrollo de la infraestructura de hidrógeno en los aeropuertos de todo el mundo.
La alianza sigue a un acuerdo de cooperación previo firmado en Singapur en febrero de este año, y abarca la colaboración en las cadenas de suministro global de hidrógeno, desde la producción hasta el almacenamiento en los aeropuertos, incluyendo la integración del repostaje en las operaciones normales de asistencia en tierra.
Ambas empresas definirán y lanzarán proyectos piloto en varios aeropuertos a partir de principios de 2023. Además, Airbus y Linde analizarán el potencial de los Power-to-Liquid.MD, un segmento de combustibles de aviación sostenible (SAF) fabricado a partir del vector líquido, producido sintéticamente mediante la conversión de electricidad renovable.
«Estamos avanzando mucho con el hidrógeno como vía tecnológica para lograr nuestra ambición de llevar al mercado un avión comercial de cero emisiones para 2035. La construcción de la infraestructura es crucial, y por eso estamos colaborando estrechamente con socios como Linde, que tiene décadas de experiencia y conocimientos en todo el mundo sobre el almacenamiento y la distribución de hidrógeno», afirmó Sabine Klauke, directora técnica de Airbus.
Se espera que el uso de hidrógeno para propulsar los aviones del futuro no solo reduzca significativamente las emisiones de los aviones en el aire, sino que también podría ayudar a descarbonizar las actividades de transporte aéreo en tierra.
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Hidrógeno en camino
En la actualidad, Airbus está considerando dos vías para el hidrógeno en los aviones. Si se utiliza tal cual, podría emplearse como combustible en turbinas de gas modificadas, o utilizarse para generar electricidad en una pila de combustible.
La otra vía es usar el hidrógeno como materia prima para producir nuevos combustibles, con dióxido de carbono y una ayuda de energía renovable. Esto entra en la categoría emergente de los electrocombustibles, que son de bajas emisiones pero no libres de ellas. Al igual que con los biocombustibles, la idea es reciclar el carbono en lugar de extraerlo de la Tierra.
En 2020, Airbus lanzó el programa Hydrogen Hub at Airports para impulsar la investigación sobre los requisitos de la infraestructura y las operaciones aeroportuarias con bajas emisiones de carbono en toda la cadena de valor. Hasta la fecha, se han firmado acuerdos con socios y aeropuertos de Francia, Italia, Corea del Sur, Japón y Singapur.
En relación a Linde, en enero de este año anunció que construirá un electrolizador de 24 megavatios en el complejo químico de Leuna, Alemania, una instalación considerada la mayor de su clase, y que suministrará hidrógeno verde a clientes industriales a través de tuberías existentes. La empresa también ha anunciado planes para distribuir hidrógeno verde licuado en la región.
Además, a principios de este año, Linde anunció sus planes de construir otra instalación de electrolizadores de 24 megavatios en el Herøya Industripark de Porsgrunn, Noruega para suministrar hidrógeno a una planta de amoníaco. La idea es demostrar que el hidrógeno verde es un motor de descarbonización para la industria de los fertilizantes y el sector marítimo.
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Redacción | Antonio Vilela