Los biocombustibles basados en residuos podrían ser un motor clave de la transición energética al transformar el limitado suministro actual de combustibles para el transporte con bajas emisiones de carbono y crear una economía local y circular, según un nuevoinformede Wood Mackenzie,
El informe de la consultora con sede en el Reino Unido señala que, a medida que el mundo realiza la transición hacia fuentes de energía nuevas y sostenibles, el sector de los biocombustibles, en cierto modo «descuidado», puede desempeñar un papel crucial.
En la actualidad, los biocombustibles solo representan el 3% de los 100 millones de barriles diarios (bpd) de demanda de combustibles líquidos.
Según el informe, el desarrollo de nuevas tecnologías que impulsen la producción de biocombustibles a partir de los residuos municipales y agrícolas, así como el reciclaje de residuos plásticos, podría cambiar las reglas del juego para la transición energética.
De acuerdo a Wood Mackenzie, la posible medida podría suministrar 20 millones de barriles diarios adicionales de biocombustible líquido para 2050. De este modo, se satisfaría una cuarta parte de toda la demanda futura de combustibles líquidos (95 millones de barriles diarios en 2050), lo que equivale a unas tres cuartas partes de la demanda de destilados medios de 2050.
«Esta fuente de biocombustible podría ser tremendamente beneficiosa, ya que proporciona una alternativa de combustible más limpia que satisface tanto las necesidades futuras de energía como las medioambientales», dijo Alan Gelder, vicepresidente de Wood Mackenzie.
También te puede interesar:La Organización Marítima Internacional elimina obstáculos reglamentarios para las mezclas de biocombustibles
Más datos
El informe indica que el uso de material de desecho como combustible supondrá un importante ahorro de costos de vertido o incineración y las emisiones correspondientes. «El biodiésel y los combustibles de aviación procedentes de materias primas vegetales podrían emitir 80% menos de carbono que los productos basados en el petróleo que dominan el mercado mundial actual».
Por otra parte, el reporte de Mackenzie señala: «Trasladar los residuos sólidos a distancia es caro, las cadenas de suministro serán locales, donde los productos podrán recogerse y procesarse en instalaciones de pequeña escala fuera de las ciudades y pueblos».
«El ecosistema de los biocombustibles giraría en torno a un modelo de distribución hub-and-spoke, en el que la conversión inicial de los residuos en biocombustibles es local, y los líquidos producidos se agregan después para su procesamiento en una instalación de refinado existente», señaló Gelder.
Además, si todo encaja con los biocombustibles basados en residuos, las proyecciones de transición energética acelerada son espectaculares. En el escenario de transición energética acelerada -1,5 de Wood Mackenzie, la demanda mundial de líquidos se reduciría a sólo 35 millones de bpd en 2050, 60% menos que en el caso base.
«Si el sector del refinado comienza a procesar los residuos para obtener biocombustibles y los gobiernos apoyan la iniciativa, podríamos estar en un camino viable hacia una economía circular, con sus muchos beneficios, que es compatible con la mitigación del cambio climático. Es un escenario en el que todos ganan», concluye el informe.
Si deseas leer el informe completo, haz clicaquí
Redacción | Antonio Vilela