A la vanguardia de la economía verde del hidrógeno, Alemania ve en Brasil un proveedor estratégico de este vector energético, una gran apuesta para sustituir al petróleo, el gas y el carbón y cumplir los objetivos climáticos.
Por ello, a finales de la semana pasada, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el Canciller Federal alemán Olaf Scholz, líderes de las mayores economías del Mercosur y de la Unión Europea (UE), se reunieron para debatir la agenda de transformación de sus economías, con especial atención a la protección de la Amazonia, las energías renovables y el acuerdo comercial UE-Mercosur.
Durante la reunión, Scholz destacó el potencial de Brasil para el hidrógeno verde producido a partir de energías renovables y que se perfila como la principal apuesta de las economías desarrolladas para descarbonizar sectores intensivos en CO2, como la agricultura, el transporte, las industrias y la generación de energía.
«Ustedes (Brasil) tienen mucha experiencia con energías renovables y enormes potenciales también a través de la producción y exportación de hidrógeno verde y sus respectivos productos», dijo el jefe del gobierno alemán.
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Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), el costo de producción por kilo a partir de la electrólisis del agua en el mercado internacional, utilizando fuentes renovables, se sitúa entre 3 y 8 dólares.
En Brasil, si se considera el uso de energía generada en plantas eólicas o solares en el proceso de electrólisis, el costo sería de entre 2,2 y 5,2 dólares. El bajo coste de producción de hidrógeno verde en Brasil se justifica por la abundancia de fuentes renovables.
Por otra parte, como el nordeste de Brasil está entre las regiones del planeta con mayor incidencia de sol y viento, además de estar más cerca de Europa, varias empresas ya han mostrado interés en instalar plantas de hidrógeno verde en los puertos de Suape y Pecém, teniendo este último como socio al puerto de Rotterdam, el mayor del viejo continente.
Por ello, en julio de 2021, el Ministerio de Minas y Energía (MME) lanzó el Programa Nacional de Hidrógeno (PNH2), cuyas directrices tienen la cooperación internacional como uno de los ejes temáticos.
A lo largo de ese año, el MME y la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), organismo responsable de elaborar estudios de apoyo a la planificación energética nacional, participaron en varias iniciativas de cooperación técnica con Alemania para desarrollar el mercado de hidrógeno verde.
«Brasil está haciendo un gran esfuerzo para ampliar también la cooperación técnica y científica para que podamos acelerar aún más la posibilidad de ser un gran proveedor de energía para Europa, debido al potencial que tenemos para producir hidrógeno verde. Pero, también, la búsqueda de asociación con empresas alemanas y europeas, para que podamos tener inversiones en Brasil en esta agenda»
Fernando Haddad, ministro de Hacienda