El consorcio del proyecto HOPE (Hydrogen Offshore Production for Europe), coordinado por Lhyfe, ha firmado un acuerdo de subvención de 20 millones de euros con la Comisión Europea.
Esta firma se ha producido tras la evaluación positiva de la propuesta presentada por los socios, en respuesta a la convocatoria de propuestas publicada por la Clean Hydrogen Partnership, cofundada y cofinanciada por la Unión Europea. El consorcio pretende allanar el camino para el despliegue de la producción a gran escala de hidrógeno renovable en alta mar.
El proyecto HOPE consiste en desarrollar, construir y explotar la primera unidad de producción de 10 MW en el Mar del Norte, frente a las costas de Bélgica, de aquí a 2026. El objetivo es demostrar la viabilidad técnica y financiera de este proyecto en alta mar y del transporte por tuberías para abastecer a los clientes en tierra.
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Escala industrial
Lhyfe dio un primer paso en 2022 con una primicia mundial: la inauguración de Sealhyfe, la primera planta piloto del mundo de producción de hidrógeno en alta mar que ya integra la tecnología de Plug y funciona con una turbina eólica flotante de 1 MW.
Con HOPE, los socios del consorcio dan un paso más hacia la comercialización. Este proyecto de una envergadura sin precedentes (10 MW) podrá producir en el mar hasta cuatro toneladas diarias de hidrógeno verde, que se exportará a tierra por tuberías compuestas, se comprimirá y se entregará a los clientes para su uso en la
industria y el sector del transporte.
HOPE es el primer proyecto marítimo de esta envergadura en el mundo que empieza a funcionar, con la unidad de producción y la infraestructura de exportación y distribución previstas para mediados de 2026.
El proyecto se beneficiará de una ubicación ideal, a un kilómetro de la costa, en la zona de pruebas offshore frente al Puerto de Ostende, Bélgica, que aspira a ser el eslabón central de la cadena del hidrógeno en el país y ha contribuido al desarrollo del proyecto desde sus inicios.
El centro de producción funcionará con electricidad suministrada en virtud de contratos PPA (Power Purchase Agreement) que garantizan su origen renovable. El
agua utilizada para la electrólisis se bombeará desde el Mar del Norte, se desalinizará y se purificará.
El centro de producción constará de tres unidades: producción y compresión (a media presión) en el mar, exportación por gasoducto compuesto y, a continuación, compresión (a alta presión), almacenamiento y distribución en tierra.
Los primeros kilos de hidrógeno podrían producirse ya en 2026. Abastecerán las necesidades de movilidad y las pequeñas industrias de Bélgica, el norte de Francia y el sur de los Países Bajos, en un radio de 300 kilómetros.
HOPE: Proyecto emblemático
La subvención concedida por la Comisión Europea abarca un periodo de cinco años. Tres años para desarrollar el demostrador y dos años para demostrar la fiabilidad técnica y la viabilidad comercial del modelo.
Está previsto que la explotación comercial de las infraestructuras de producción, exportación y distribución de hidrógeno desarrolladas en este contexto se prolongue más allá de la duración del proyecto.
La subvención de 20 millones de euros servirá para financiar las fases de diseño, el suministro de equipos y las obras de construcción, así como los trabajos de investigación, desarrollo e innovación centrados principalmente en la optimización de las soluciones tecnológicas y la explotación de este tipo de infraestructuras.
Gracias a un ambicioso plan de difusión y utilización de los resultados, el consorcio pretende acelerar el despliegue de soluciones de hidrógeno offshore a gran escala
para contribuir a alcanzar el objetivo fijado por la Comisión Europea de 10 Mt de hidrógeno limpio producido en la Unión Europea en 2030, para descarbonizar la
economía europea.
Innovaciones tecnológicas
HOPE combinará la experiencia y los conocimientos técnicos de cada uno de los nueve socios participantes, abarcando toda la cadena de valor del hidrógeno
renovable.
Estas son las principales innovaciones clave que se desarrollarán en el proyecto:
- Barcaza de alta mar reciclada: La estructura que albergará la unidad de producción será una gabarra jack-up de segunda mano, demostrando que es posible transformar infraestructuras anteriormente utilizadas para el petróleo y el gas y darles una segunda vida para la producción de energía renovable, al tiempo que se contribuye a reducir costos y plazos;
- Electrolizador PEM de 10 MW: Este electrolizador altamente compacto será el primero de su tamaño que se instale en alta mar;
- Sistema de tratamiento de agua de mar por evaporación: Este sistema de bajo consumo energético, compacto, económico y capaz de utilizar el calor emitido por el electrolizador, se utilizará por primera vez para producir hidrógeno verde a partir de agua de mar purificada por evaporación.
- Hidroducto flexible submarino para la exportación de hidrógeno: El hidrógeno se exportará a tierra a través de una tubería flexible de compuesto termoplástico de más de un kilómetro de longitud, que por primera vez transportará hidrógeno producido en el mar tras haber sido certificado técnicamente para este uso específico.
Los socios de este proyecto son Lhyfe (Francia), Plug (Países Bajos), EDP NEW (Portugal), POM West-Vlaanderen (Bélgica), CEA (Francia), Strohm (Países Bajos), Alfa Laval (Dinamarca), DWR eco (Alemania), y ERM – Element Energy (Francia).