La sociedad de clasificación Bureau Veritas (BV) publicó un nuevo informe que evalúa la viabilidad técnica de la actual tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) dentro del mercado marítimo, y destaca el papel vital que puede desempeñar el transporte marítimo en toda la cadena de valor de la CCS.
El informe, titulado «Onboard Carbon Capture: An Overview of Technologies to Capture CO2 Onboard Ships«, detalla la situación actual de una amplia gama de tecnologías CCS emergentes.
Según el estudio GHG 2020 de la Organización Marítima Internacional (IMO), el transporte marítimo total (internacional, nacional y pesquero) fue responsable de 1.076 millones de toneladas en emisiones de CO2 de gases de efecto invernadero (GEI) en 2018, lo que representó el 2,89% de las emisiones antropogénicas mundiales de GEI durante ese mismo año.
Estas emisiones procedían en gran medida de la combustión de combustibles fósiles por parte de la maquinaria de los buques (motores, motores auxiliares, calderas, etc.). Según la IMO, en un escenario sin cambios, las emisiones del transporte marítimo internacional podrían aumentar entre 50% y 250% de aquí a 2050.
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Viabilidad a bordo
Debido a la búsqueda de mejoras en la intensidad de carbono de los buques con las tecnologías actuales, el sector parece tener un consenso general en que la adopción de combustibles sostenibles es la clave para inaugurar una nueva era de transporte marítimo ecológico.
Pero la producción de la mayoría de los combustibles sostenibles está aún en pañales, y es poco probable que el sector del transporte marítimo se beneficie a corto o medio plazo de su disponibilidad a un precio asequible, según BV.
El documento de BV explora la viabilidad técnica y comercial de la implantación de la tecnología CCS a bordo de buques, destacando los resultados de los principales estudios de viabilidad que mostraron tasas de captura alcanzables de entre el 82% y el 90%.
El informe también detalla los retos para una mayor adopción e integración de las tecnologías CCS, como los marcos normativos que aún deben consolidarse a nivel mundial, así como desde una perspectiva operativa.
Se ha expresado preocupación por el espacio disponible a bordo de los buques para alojar las tecnologías CCS, así como por la manipulación segura del CO2 a bordo.
Opciones de captura
Las opciones tecnológicas para capturar CO2 son muy amplias y varían en función de la fase del proceso en la que se separe el CO2 y del método de separación.
Entre dichas opciones, la captura de carbono tras la combustión mediante disolventes amínicos es el método más maduro y se considera la referencia con respecto a la cual se evalúan otras opciones de captura de carbono. También es la tecnología que más se ha estudiado hasta la fecha para aplicaciones marinas, señaló BV.
Para que la captura de carbono a bordo tenga sentido, debe evaluarse en el contexto de la cadena de valor CCS global, y deben tenerse en cuenta aspectos relacionados con la manipulación y eliminación del CO2 capturado, como:
- La infraestructura necesaria para manipular y procesar el CO2 en los puertos;
- La disponibilidad y ubicación de los lugares de almacenamiento de CO2;
- Las condiciones en las que se almacenará este CO2.
Según el informe, para las aplicaciones de CCS, se necesitarán mayores capacidades de transporte de CO2 por barco, en comparación con la capacidad de los actuales transportistas utilizados para transportar CO2 para la industria alimentaria y de bebidas.
Aunque los buques de transporte de CO2 líquido a gran escala pueden beneficiarse de los conocimientos adquiridos en las industrias del gas natural licuado (GNL) y el gas licuado de petróleo (GLP), aún no se han evaluado plenamente todas las implicaciones del diseño de buques más grandes que tengan en cuenta sus requisitos de presión y temperatura operativas. Los últimos pedidos indican el diseño de buques de entre 7.500 y 22.000 metros cúbicos.
«Con una normativa e infraestructura suficientes, la industria marítima podría beneficiarse del desarrollo de una economía de CO2 verdaderamente circular, contribuyendo al mismo tiempo a los ambiciosos objetivos de descarbonización de la industria»
Marcos Salido, director de proyectos medioambientales de Bureau Veritas Marine & Offshore