Siguiendo con la agenda de sostenibilidad y priorizando las fuentes de energía renovables, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, estuvo el pasado viernes con el presidente Lula en la inauguración de la Planta de Etanol de 2ª Generación del Bioparque Bonfim, situado en el municipio de Guariba, de Sao Paulo.
Durante el evento, el representante del Ministerio de Energía y Minas (MME) de Brasil enumeró los avances de las políticas públicas de fomento a los biocombustibles en los últimos dos años y el compromiso personal del presidente con la transición energética, según el comunicado.
«La caña de azúcar forma parte de la historia de este país, desde la época en que se convirtió prácticamente en un monocultivo y exportábamos todo nuestro azúcar a Europa. Ahora, Brasil tiene un ejemplo de etanol de segunda generación, que llevará este combustible sostenible por todo el mundo», dijo el Presidente Lula en el acto.
Por su parte, el ministro Silveira señaló: «Con el parque bioenergético de Bonfim, Brasil producirá 82 millones de litros de etanol de segunda generación al año. Tendremos una huella de carbono 80% menor que la de la gasolina brasileña ordinaria y 30% menor que la del etanol de primera generación. Se trata de una importante innovación tecnológica en el sector de la bioenergía y un ejemplo de economía circular rentable».
También te puede interesar | PwC: África del Norte y Emiratos Árabes Unidos compiten con Brasil por exportaciones de hidrógeno verde
Detalles del proyecto en Brasil
Además de producir etanol de primera y segunda generación, el Bioparque de Bonfim también produce azúcar y biogás, que abastece a los generadores que proporcionan electricidad a la unidad.
Según el ministro, este aumento significativo ampliará aún más la fuerza de la nueva economía: la economía verde. «El etanol trae desarrollo a nuestra industria brasileña. Generamos empleos e ingresos para nuestra población. Creemos en Brasil y en la industria brasileña», añadió Silveira.
El MME viene trabajando para crear un ambiente favorable al desarrollo del sector, de acuerdo con las directrices del Presidente Lula, que ha asistido a todas las reuniones del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), con especial atención a los biocombustibles.
«El etanol de segunda generación, el biodiesel, la energía limpia y renovable de nuestras hidroeléctricas, la generación eólica y solar son la mezcla perfecta para que Brasil reduzca las emisiones y aumente la productividad. Esto es lo que distingue a nuestra matriz energética: la pluralidad», destacó el Ministro de Minas y Energía durante su intervención en el evento.
Un ejemplo de ello fue la presentación del Proyecto de Ley del Programa Combustible del Futuro, que establece una de las legislaciones de descarbonización más avanzadas del mundo.
Entre ellas destacan la creación del Programa Nacional de Gasóleo Verde (PNDV), el Programa Nacional de Bioqueroseno para Aviación (ProBioQAV) y la previsión para la producción y uso de combustibles sintéticos.
La propuesta también prevé la expansión del etanol y del biodiesel en la matriz energética, y la reglamentación de la captura y almacenamiento de carbono en reservorios geológicos (CCS, por sus siglas en inglés).