A continuación, una columna de opinión publicada en epbr, realizada por la abogada brasilera Ana Claudia La Plata de Mello Franco, especializada en Derecho Ambiental, Cambio Climático y ESG en el área de infraestructura y construcción, y socia de Toledo Marchetti Abogados.
«La transición hacia una economía baja en carbono es fundamental para combatir y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En este contexto, la producción de hidrógeno bajo en carbono – objeto del recientemente aprobado Proyecto de Ley 2.308/2023, sancionado por el Presidente de la República el viernes (2/8) – ha sido identificada como una alternativa prometedora para impulsar la descarbonización de sectores como el transporte, la industria y la energía.
La Política Nacional de Hidrógeno Bajo en Carbono representa una oportunidad transformadora para el sector de las infraestructuras en Brasil.
Con el objetivo de promover la producción y el uso del hidrógeno como fuente de energía limpia y sostenible, esta política allana el camino para importantes inversiones en infraestructuras. Esto incluye la construcción de plantas ecológicas de producción de hidrógeno, la ampliación de las redes de distribución y almacenamiento y la adaptación de las instalaciones industriales para el uso de este combustible.
Además de contribuir a la descarbonización de la economía fomentando la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, esta política puede crear empleo y estimular la innovación tecnológica. Así, el sector de las infraestructuras se posiciona como un pilar esencial para el desarrollo de esta agenda ambiental y económica, impulsando a Brasil hacia un futuro más sostenible.
Dicho esto, es cierto que la implementación exitosa de emprendimientos de producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono también se enfrenta a una serie de desafíos ambientales que deben abordarse adecuadamente en el contexto de proyectos, estudios ambientales y licencias ambientales.
Según nuestra lectura, los siguientes son los cinco principales retos medioambientales para la implantación de proyectos de producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono:
Origen de la energía utilizada
Uno de los principales retos medioambientales para la producción de hidrógeno bajo en carbono está relacionado con la fuente de energía utilizada en el proceso.
Para garantizar que el hidrógeno producido sea realmente sostenible, es esencial que la energía utilizada en la electrólisis del agua proceda de fuentes renovables como la energía solar, eólica o hidroeléctrica. De lo contrario, la producción de hidrógeno podría dar lugar a importantes emisiones de GEI, en contra de los objetivos de la Política Nacional correspondiente.
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Consumo de agua
La producción de hidrógeno por electrólisis del agua consume una cantidad significativa de este recurso natural. En regiones en las que la disponibilidad de este recurso es limitada, esto puede suponer un importante reto medioambiental a tener en cuenta.
Las estrategias para minimizar el consumo de agua y promover el reciclaje y la reutilización de este recurso son esenciales para hacer más sostenible la producción de hidrógeno.
Gestión de residuos
Los procesos de producción de hidrógeno pueden generar residuos y subproductos que deben gestionarse adecuadamente para evitar impactos negativos en el medio ambiente.
Si pensamos en la producción a partir de la electrólisis del agua de mar, el reto será entonces la gestión de efluentes y subproductos, como la salmuera concentrada, que deben tratarse y gestionarse adecuadamente para evitar impactos negativos en el medio ambiente.
La aplicación de prácticas responsables de reciclado, tratamiento y eliminación es clave para mitigar los impactos medioambientales asociados a la producción de hidrógeno.
Transporte y almacenamiento
El transporte y el almacenamiento del hidrógeno producido también plantean importantes retos medioambientales.
El hidrógeno es un gas altamente inflamable y requiere una infraestructura especializada para transportarlo y almacenarlo de forma segura y eficiente. La aplicación de tecnologías avanzadas y normas de seguridad estrictas son esenciales para minimizar los riesgos medioambientales asociados a estas actividades.
Considerar el ciclo de vida completo
Por último, es crucial considerar el ciclo de vida completo de la producción de hidrógeno, desde la extracción y producción de materias primas hasta su uso final.
Evaluar y mitigar los impactos ambientales en todas las fases del proceso es fundamental para garantizar que la producción de hidrógeno bajo en carbono contribuya realmente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, impulsar la economía circular y preservar el medio ambiente.
Una gestión adecuada de los retos expuestos requiere, por tanto, la adopción de prácticas sostenibles e innovaciones tecnológicas.
La superación de estos desafíos será esencial no solo para el avance de la Política Nacional de Hidrógeno Bajo en Carbono, sino también para la promoción de la transición a una economía baja en carbono, el cumplimiento de los objetivos establecidos en los compromisos asumidos por Brasil en el marco del Acuerdo de París y la aplicación del Protocolo de Kioto.
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Traducción: H2 Business News