Noruega pretende que la captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) se incluya en los comunicados finales del G20 como una de las soluciones para descarbonizar el planeta.
La cuestión es una de las principales defensas del país en los foros internacionales y la llevará el Primer Ministro noruego, Jonas Gahr Støre, a la Cumbre de Líderes.
«Noruega cree que esta tiene que ser una de las soluciones para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Es una de nuestras prioridades», declaró a los periodistas Mette Tangen, cónsul general de Noruega en Río de Janeiro.
Tangen cree que el avance del proyecto Combustible del Futuro es una buena señal para la tecnología en Brasil, así como la definición de la regulación del mercado de carbono. «Pero hay varios desafíos, entre ellos el equilibrio financiero. De momento no es una tecnología barata», reconoce.
Noruega alberga el primer proyecto comercial de CCS a gran escala del mundo, Northern Lights, una asociación entre TotalEnergies, Equinor y Shell. «Es un área en la que el país tiene mucha experiencia y tiene mucho que aportar», subrayó el cónsul.
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Noruega y Brasil: Ampliando la cooperación
La tecnología CCS se incluyó en los comunicados del grupo de trabajo sobre Transición Energética y del grupo de trabajo sobre Movilización Mundial contra el Cambio Climático del G20.
El grupo de debate de las veinte mayores economías del mundo estará presidido por Brasil en 2024. Noruega no es miembro del grupo, pero fue invitada por Brasil a participar en los diálogos de este año junto con otros siete países: Angola, Egipto, Nigeria, España, Portugal y Emiratos Árabes Unidos.
La semana pasada, la ministra de Comercio e Industria de Noruega, Cecilie Myrseth, fue a Brasil para participar en la reunión del grupo comercial, donde afirmó que las empresas noruegas quieren seguir ampliando la cooperación existente con Brasil en materia de energías renovables y tecnologías de descarbonización.
Brasil es el país que más inversiones recibe de empresas noruegas fuera de Europa, con un total de 40.000 millones de dólares entre 2002 y 2022.
Myrseth afirmó que compartir tecnologías y conocimientos para alcanzar los objetivos de descarbonización será uno de los principales temas abordados por el primer ministro noruego durante su visita a Brasil en noviembre para participar en la cumbre de líderes del G20 en Río de Janeiro.
Por su parte, el embajador de Noruega en Brasil, Odd Magne Ruud, señaló que también hay espacio para la colaboración en el diálogo entre los dos países sobre el uso de los recursos de petróleo y gas en la transición energética. «Lo que nos gustaría hacer es utilizar la tecnología del petróleo y del gas para impulsar la transición verde», afirmó.
Una de las áreas de posible colaboración es el mercado de la energía eólica marina. Noruega ya tiene proyectos en marcha, pero Brasil aún está debatiendo el marco jurídico del sector.