Recientemente se adjudicó el contrato de construcción del buque Neo Orbis, diseñado para utilizar una nueva forma sólida de hidrógeno para la propulsión y que, según el programa de Cooperación Territorial del Noroeste de Europa (Interreg NWE), allanará el camino hacia una aplicación más segura y amplia del vector como combustible para el transporte marino.
El Neo Orbis comenzará las pruebas de demostración en junio de 2023, y formará parte de la siguiente fase del programa europeo H2Ships, que tendrá varios años de duración. El contrato de construcción se adjudicó a los astilleros Next Generation de los Países Bajos, tras un proceso de licitación que inició en marzo de 2022.
El buque tendrá unos 20 metros de largo, similares a los barcos turísticos que han operado en Ámsterdam y durante años han transportando pasajeros y ofreciendo excursiones turísticas. Está diseñado para circular tanto en los canales como en la zona portuaria entre la capital e Ijmuiden.
Neo Orbis se considera un paso importante en los esfuerzos por conseguir un transporte marítimo sin emisiones en el puerto de Ámsterdam para 2050, como también servirá de modelo para apoyar la adopción de la energía del hidrógeno en el transporte marítimo interior, de corta distancia, de dragado, en alta mar y, posiblemente, en buques patrulleros y navales.
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Características del Neo Orbis
Según losorganizadores del proyectose convertirá en el primer barco del mundo que navegue con electricidad, propulsado con hidrógeno en forma sólida como portador de energía.
El combustible se fabrica mezclando polvo de borohidruro de sodio con un estabilizador y agua ultra pura en un combustible líquido acuoso no combustible. El borohidruro de sodio disuelto reacciona con un catalizador, produciendo hidrógeno, mientras que el combustible gastado se convierte de nuevo en borohidruro de sodio.
A largo plazo, el proyecto prevé crear un sistema cerrado, para convertir los materiales residuales en nuevo combustible de borohidruro de sodio,
El calor extraído en el proceso se aplica también para calentar el interior de la nave mientras se recicla el agua. Además, cuenta con dos baterías, de 25 KWh cada una, que proporcionarán energía de reserva, mientras un sistema de seguridad controla la concentración de H2 y suspende el proceso antes de que se alcance un nivel de concentración peligroso.
Además de ser una fuente de combustible de alta densidad energética, destacan que es una forma de energía mucho más segura, ya que la mayor parte de la energía se almacena a bordo como borohidruro de sodio, que es mucho más estable, con un punto de ignición mucho más alto que el gas hidrógeno, que puede encenderse a temperatura ambiente si hay una chispa.
Sobre H2Ships
El proyecto se puso en marcha en 2019 para demostrar la viabilidad técnica y económica del abastecimiento de combustible de hidrógeno y la propulsión para el transporte marítimo.
Dos proyectos piloto identificados en el ámbito de trabajo fueron el buque Neo Orbis, y otro para el funcionamiento seguro y eficiente de una estación de reabastecimiento de hidrógeno de nueva construcción que se ubicará en Bélgica.
H2Ships tiene previsto hacer una demostración de la estación de repostaje con un buque utilizado para el mantenimiento de parques eólicos en alta mar, y además prevé desarrollar un plan de acción para la puesta en marcha de un piloto de H2Ships en el río Sena, en París. El proyecto espera desarrollar un plan para su adopción en todo el noroeste de Europa.
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Redacción | Antonio Vilela