Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), Suiza, ha desarrollado una forma de maximizar el rendimiento de hidrógeno a partir de residuos biológicos, en pocos milisegundos, usando la fotopirólisis para producir hidrógeno gaseoso y carbono sólido a partir de cáscaras de plátano.
En su búsqueda de nuevas fuentes de energías alternativas y renovables, los científicos de la EPFL dirigidos por el profesor Hubert Girault, de la Escuela de Ciencias Básicas, han desarrollado un nuevo método basado en técnicas utilizadas comúnmente en procesos de curación de tintas para impresión electrónica que les permite convertir la biomasa en energía.
Esta técnica, publicada en Chemical Science, se usó en diferentes fuentes de biomasa: cáscaras de plátano, coco, naranja, mazorcas de maíz y granos de café, y se obtuvo un polvo fino, explicaron los expertos en un comunicado.
Lo más destacable es que sus dos productos finales, hidrógeno y biocarbón de carbono sólido, son valiosos. El hidrógeno puede utilizarse como combustible, mientras que el biocarbón puede utilizarse como fertilizante o en la fabricación de electrodos conductores.
«La relevancia de nuestro trabajo se ve reforzada por el hecho de que estamos capturando indirectamente el CO2 almacenado en la atmósfera durante años. Lo hemos convertido en productos finales útiles en poco tiempo utilizando una lámpara de xenón»
Bhawna Nagar, uno de los científicos del estudio
Conversión fototérmica
El método descubierto por los científicos utiliza una lámpara de xenón que genera un potente disparo de luz sobre la biomasa para que la absorba y desencadene instantáneamente una conversión fototérmica de los residuos biológicos en gas de síntesis, mezcla de hidrógeno, metano, monóxido de carbono y biocarbón.
La luz blanca de la lámpara proporciona una fuente de energía de alta potencia, así como pulsos cortos que promueven reacciones químicas fototérmicas, que son absorbidas por la biomasa, generando una conversión fototérmica.
Esta técnica de destello se utilizó en diferentes fuentes de biomasa, que se secaron inicialmente a 105°C durante 24 horas, se molieron y tamizaron hasta obtener un polvo, que se colocó en un reactor de acero inoxidable con una ventana de vidrio estándar a presión ambiente y bajo una atmósfera inerte.
«Cada kilogramo de biomasa seca puede generar 100 litros de hidrógeno y 330 g de biocarbón, lo que supone hasta 33 % en peso de la masa original de la cáscara de plátano seca», indicó Bhawna Nagar.
La lámpara de xenón parpadea y todo el proceso de conversión termina en pocos milisegundos. El método también obtuvo un resultado energético positivo calculado de 4,09 MJ por kg de biomasa seca.
Más detalles en la publicación de Science Daily, clic aquí.
Redacción | Antonio Vilela