La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) llegó a desechar la idea de que el gas natural, que produce aproximadamente la mitad de emisiones de CO2 que el carbón, pudiera ser un combustible de transición en las próximas tres décadas.
En su lugar, la demanda mundial de gas tendría que pasar de los 3.900 millones de metros cúbicos (bcm) actuales a unos 1.700 bcm en 2050 para cumplir con los objetivos climático. Sin embargo, datos de la consultora GlobalData, revelan lo lejos que está la industria mundial del gas de entrar en el declive controlado que se requiere para regular las emisiones netas de gases de efecto invernadero.
Existe un proyecto mundial de varios billones de dólares para nuevos proyectos de gas natural, que incluye 1,1 billones de dólares para poner en marcha cientos de nuevos yacimientos de gas, más de 400.000 millones de dólares para nuevos gasoductos y 500.000 millones de dólares para el desmantelamiento de yacimientos existentes y previstos.
En conjunto, los datospublicadospor Energy Monitor, revelan que los futuros gastos de capital en proyectos de gas natural ascenderán a más de 2.000 millones de dólares, y es probable que esta cifra sea una subestimación debido a la falta de datos de muchos proyectos enumerados.
También te puede interesar >NextEra Energy: «Los altos precios del gas hacen que las energías renovables sean más competitivas, incluso sin créditos fiscales»
Más datos
Las centrales eléctricas de gas existentes de al menos 20 MW ya suman 2,4 millones de MW de capacidad de generación de energía; y las centrales previstas aumentarán esta cifra hasta los tres millones de MW, según la información de Energy Monitor.
Las reservas de gas natural recuperables en los yacimientos activos de petróleo y gas ascienden actualmente a 2,3 billones de pies cúbicos; esta cifra aumentará en otros 800 billones de pies cúbicos (otra subestimación probablemente significativa) una vez que entren en funcionamiento los nuevos yacimientos de gas previstos.
Los datos muestran que hay cientos de yacimientos de gas que seguirán produciendo en la segunda mitad del siglo, entre ellos más de 4.000 activos, como el enorme yacimiento de Bovanenkovskoye, en Rusia, con 98.368 mil millones de pies cúbicos (bcf) de reservas restantes que producirán hasta 2091, o el de Kroll, en Noruega, con 20.116 bcf, que durará hasta 2051.
Los datos de Upstream incluyen yacimientos cuya extracción aún no ha comenzado, pero que han recibido una decisión final de inversión (150 en total), o están en camino de hacerlo (unos 280).
Entre estos, se encuentran el North Field East, en Qatar, con 43.377 bcf, y el Prosperidade, en Mozambique, con 41.439 bcf. Otros 5.016 yacimientos figuran como «descubiertos», lo que significa que se ha confirmado la presencia de gas, pero su viabilidad comercial está aún por determinar.
Además, los datos muestran un aumento masivo de la producción de gas natural licuado (GNL): Hay 306 plantas de licuefacción de gas en todo el mundo y 366 en camino. También hay 156 plantas de regasificación, y otras 182 en proceso.
«Desde el punto de vista medioambiental, no invertiríamos en más gas a partir de hoy, pero la forma en que está estructurada la economía mundial significa que el gas seguirá siendo necesario durante algún tiempo. Habrá que dar un tipo de respuesta coordinada, que ha faltado en todas las negociaciones sobre el clima, para que los países puedan cumplir sus compromisos climáticos»
Robbie Andrew, investigador senior del Centro de Investigación Climática Internacional (CICERO)
Si deseas acceder al reportaje completo de Energy Monitor, haz clicaquí
Redacción | Antonio Vilela