El Departamento de Energía de Estados Unidos puso en marcha recientemente un nuevo programa de 8.000 millones de dólares para desarrollar una red de centros de producción de hidrógeno, una de las estrategias más controvertidas de la administración Biden para hacer frente al cambio climático.
El programa «H2Hubs» pretende «crear redes de productores y consumidores de hidrógeno, así como infraestructuras locales de conexión, para acelerar el uso del hidrógeno como portador de energía limpia», según el Departamento de Energía.
La Ley de Infraestructura Bipartidista financiará al menos cuatro de estos centros, y una Notificación de Intención del Departamento de Energía dice que la agencia puede poner en marcha entre seis y diez ubicaciones para iniciar el programa.
«La energía del hidrógeno tiene el poder de reducir las emisiones de múltiples sectores intensivos en carbono y abrir un mundo de oportunidades económicas para las empresas y los trabajadores de las energías limpias en todo el país», afirmó la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer M. Granholm.
También te puede interesar: TotalEnergies y Adani invertirán 50.000 millones de dólares en el mayor ecosistema de hidrógeno verde del mundo
Algunos cuestionamientos
Según información publicada en The Verge, la versión del Departamento de Energía sobre la energía limpia podría ser objeto de debate, ya que la notificación de intenciones dice que al menos un centro se centrará en la producción de hidrógeno a partir de energías renovables; otro explorará la energía nuclear, y un tercero pretende fabricar hidrógeno limpio a partir de combustibles fósiles, combinándolo con la captura y secuestro de carbono.
El medio afirma que este último enfoque es controvertido, ya que si una planta de hidrógeno basada en combustibles fósiles puede capturar la mayor parte del dióxido de carbono, las emisiones de metano siguen siendo un riesgo peligroso que agrava el cambio climático. Además, la captura tampoco incluye el impacto de las fugas de metano de los pozos y tuberías que se dirigen a la planta.
Debido a ello, las organizaciones sin ánimo de lucro Union of Concerned Scientists y RMI pidieron al departamento que aclarara sus preocupaciones y adoptara normas más estrictas sobre lo que hace que un proyecto de hidrógeno sea limpio.
Un enfoque más seguro, según las organizaciones, sería examinar todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de toda la cadena de suministro y del proceso de fabricación del hidrógeno.
En una señal de que el departamento podría tener esto en cuenta al evaluar las solicitudes de financiación, la publicación indica que la entidad «tiene la intención de evaluar también las emisiones de cada solicitud y dará preferencia a las solicitudes que reduzcan las emisiones de GEI en todo el ciclo de vida del proyecto».
«De lo contrario, amenaza con apoyar el despliegue de vías de producción de hidrógeno que nunca se alinearán con los objetivos climáticos», dijo la analista principal de energía de la Union of Concerned Scientists, Julie McNamara.
Si deseas conocer sobre la intención del Departamento de Energía para la financiación, haz clic aquí
Redacción | Antonio Vilela