Francia tendrá una Estrategia Nacional de Hidrógeno actualizada a finales del primer semestre del próximo año, ya que el ministro de Transición Energética y el ministro delegado de Industria van a formular un programa de trabajo conjunto.
Francia lanzó originalmente su plan de hidrógeno en 2018 y luego su estrategia nacional de hidrógeno en 2020, pero «tras el notable desarrollo de los proyectos llevados a cabo por el sector desde 2020, era necesaria una actualización», dijo un comunicado de prensa del gobierno francés.
La actualización hace hincapié en la producción de hidrógeno «descarbonizado» o sin emisiones, que debe contribuir a la descarbonización de las industrias que generan muchas emisiones, como la siderurgia, cemento, fertilizantes, transporte de larga distancia, y aviación.
Esto se desprende de la estrategia inicial del hidrógeno lanzada en 2020, en la que el Gobierno francés omitió hacer referencia al hidrógeno renovable, centrándose en cambio en el hidrógeno sin carbono o con cero emisiones de carbono.
Un área clave de crecimiento de la demanda de hidrógeno bajo en carbono es la de los participantes industriales, que para hacer frente a sus emisiones, Francia pretende utilizar el vector en las principales cuencas industriales, denominadas «centros de hidrógeno» (hub).
Hasta la fecha, varios países, como el Reino Unido o Estados Unidos, han propuesto centros de hidrógeno, que son zonas en las que se produce en grandes concentraciones y lugares geográficos concretos, vinculados a una demanda de hidrógeno establecida o futura.
Francia se ha fijado el objetivo de cero emisiones netas para 2050, y en noviembre fijó una meta a los 50 mayores emisores industriales franceses para que reduzcan a la mitad sus emisiones en los próximos 10 años.
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La primera versión de la estrategia del hidrógeno de Francia, publicada en 2020, preveía una capacidad de electrólisis de 6,5 GW para 2030, que se trataba de la mayor promesa inicial de un Estado miembro.
Muchos países europeos se han propuesto aumentar sus promesas iniciales de capacidad de hidrógeno en respuesta al conflicto entre Rusia y Ucrania, apuntando al hidrógeno como medio para reducir las importaciones de energía.
La estrategia original del hidrógeno también se centraba únicamente en la producción nacional de hidrógeno, optando por no comprometerse a importarlo, vía explorada por otros Estados miembros del noroeste de Europa, como Bélgica, Países Bajos y Alemania.
Por ello, una posible actualización de la estrategia podría suponer un aumento de la capacidad de producción de hidrógeno prevista.
Dada la perspectiva francesa de hidrógeno sin carbono, potencialmente a través de activos nucleares, los proyectos de electrolizadores podrían funcionar durante más horas al año que los electrolizadores alimentados con energía renovable intermitente.
Redacción | Antonio Vilela