Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la industria de los combustibles de aviación sostenibles debe comercializar materias primas como los residuos sólidos urbanos y los residuos agrícolas y forestales o se enfrentará a una «escasez de materias primas».
En su último informe Perspectivas de la Energía en el Mundo (WEO), la IEA describe el SAF como la «opción más prometedora» para descarbonizar el sector de la aviación, pero advierte de que la escasez de materias primas obstaculizará el crecimiento a corto plazo a menos que se amplíen las materias primas alternativas.
Además, la IEA aconsejó a la industria que comercializará otras materias primas, además del aceite de cocina usado (UCO) y los residuos de grasas animales.
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Distintos escenarios
El escenario STEPS (Stated Policies Scenario) de la IEA, basado en las políticas vigentes en todo el mundo, prevé un aumento de la demanda de combustible de aviación producido a partir de materias primas biogénicas, al que denomina queroseno biojet.
El WEO explora otros dos escenarios: el Escenario de Compromisos Anunciados (APS, por sus siglas en inglés) asume que los objetivos gubernamentales sobre emisiones se cumplen en su totalidad y a tiempo, y el Escenario de Emisiones Netas Cero para 2050 (NZE) establece una senda para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
La IEA predice que el queroseno biojet representará el 2% de la demanda total de energía en la aviación en 2030 y el 6% en 2050, según el STEPS, más del 5% y el 37% respectivamente en el APS, y el 11% y el 70% respectivamente en el NZE.
Según el escenario STEPS de la IEA, la producción combinada de biogás y biometano, producidos mediante la «mejora» del biogás o a través de la gasificación de biomasa sólida seguida de metanización, alcanzará los 80.000 millones de m3 en 2030, casi el doble que en 2022.
En la APS, la producción total de biometano alcanzará los 240.000 millones de m3 equivalentes en 2050; en la NZE, se elevará a casi 300.000 millones de m3 equivalentes.
Crecimiento sostenido
Según la IEA, el uso de SAF de origen biológico en el sector de la aviación alcanzará su punto álgido a mediados de la década de 2020, para complementarse posteriormente con una cuota cada vez mayor de combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO), como el e-queroseno y el hidrógeno renovable.
Por otra parte, la organización estima que la producción de gas verde se duplicará en 2030, lo que supone un aumento de la demanda de inyecciones de gas a gran escala con bajas emisiones de carbono producidas a partir de desechos y residuos agrícolas en las próximas décadas.
La entidad estima unos 300.000 millones de m3 equivalentes de producción potencial en un radio de 20 km de las principales infraestructuras de gasoductos constituirían una «buena combinación».
La demanda de residuos orgánicos y materias primas de cultivos leñosos de rotación corta aumentará, superando y compensando el biocombustible de primera generación producido a partir de cultivos y biomasa sólida, en los escenarios APS y NZE.
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