La carrera global por la energía limpia ha encontrado un nuevo y poderoso aliado en Brasil. En un movimiento trascendental para su matriz energética y para la región, Neoenergia inició la construcción de un proyecto pionero de hidrógeno verde en el Distrito Federal.
El proyecto forma parte del Programa de Investigación, Desarrollo e Innovación (P&DI), regulado por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), y su inauguración está prevista para octubre de este año.
Esta iniciativa, respaldada por una inversión de 30 millones de reales, no solo marca un hito para la compañía, sino que posiciona a Brasil como un referente clave en el emergente panorama del hidrógeno renovable en América Latina.
Al producir hidrógeno a partir de fuentes de energía renovable, principalmente solar y eólica, la planta contribuirá directamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la diversificación de la matriz energética del país.
La importancia de esta inversión radica en su carácter pionero, ya que se trata de una de las primeras instalaciones de su tipo en Brasil, lo que la convierte en un laboratorio para la validación de tecnologías, la optimización de procesos y la capacitación de personal especializado en la producción y manejo del hidrógeno verde.
El conocimiento adquirido será fundamental para la replicación y escalabilidad de proyectos similares en todo el territorio brasileño.
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Ubicación estratégica y aplicaciones futuras
La elección de Taguatinga en el Distrito Federal como emplazamiento para esta infraestructura estratégica no es aleatoria, debido a que su ubicación geográfica centralizada, combinada con una sólida infraestructura existente, ofrece ventajas logísticas cruciales para la distribución del hidrógeno verde y para la exploración de sus diversas aplicaciones.
La unidad será alimentada por una planta fotovoltaica y contribuirá a la descarbonización de sectores de difícil electrificación, como el transporte automotor.
Se espera que el proyecto de Neoenergia no solo genere hidrógeno para consumo propio o para la red, sino que también sirva como catalizador para el desarrollo de usos innovadores en diversos sectores.
Entre las aplicaciones potenciales que se explorarán se incluyen:
- Transporte: Como combustible para vehículos pesados (camiones, autobuses), trenes e incluso en el futuro, embarcaciones y aeronaves, contribuyendo a la descarbonización del sector de movilidad.
- Industria: Sustituyendo el hidrógeno gris (producido con combustibles fósiles) en procesos industriales como la producción de amoníaco (fertilizantes), metanol y en la siderurgia, reduciendo significativamente la huella de carbono de estas industrias.
- Generación de energía: Almacenando el exceso de energía renovable y convirtiéndolo en electricidad cuando sea necesario, actuando como un complemento flexible para la estabilidad de la red.
Inversión y expectativas a futuro
Aunque la cifra exacta de la inversión no ha sido revelada públicamente en detalle, se entiende que abarca la adquisición y montaje de electrolizadores de última generación, sistemas de almacenamiento, infraestructura de conexión a fuentes renovables y el desarrollo de un centro de monitoreo y control.
Esta inversión es un testimonio de la confianza de Neoenergia en el potencial del hidrógeno verde como vector energético del futuro y en el compromiso de Brasil con la sostenibilidad.
La inauguración en octubre de 2025 generará gran expectación en el sector energético global, y no solo se espera la presencia de autoridades y expertos, sino que también se anticipa que el evento sirva como plataforma para la presentación de los primeros resultados y las proyecciones a futuro del proyecto.
La información que surja de esta experiencia piloto será invaluable para la formulación de políticas públicas y para atraer nuevas inversiones privadas al floreciente sector del hidrógeno verde en Brasil.
Este proyecto de Neoenergia en el Distrito Federal es más que una simple planta de producción; es un símbolo del avance de Brasil hacia una economía más verde y sostenible, marcando el camino para que otras naciones de la región sigan su ejemplo en la construcción de un futuro energético más limpio y resiliente.
«Nuestro compromiso es impulsar la electrificación mediante inversiones en tecnologías innovadoras. Brasil cuenta con ventajas competitivas, como la abundancia de energía renovable a precios asequibles, lo que lo posiciona como líder natural en la transición energética»
Eduardo Capelastegui, director ejecutivo de Neoenergia