El grupo de campaña de transporte limpio en Europa, Transport & Environment, señala que el costo del biodiésel es actualmente entre 70% y 130% más alto que el de la gasolina y el diésel en el mercado mayorista, según un nuevoestudiosobre el costo real de los biocombustibles de la organización.
Finalizada la investigación, la organización ha pedido a la Unión Europea (UE) que ponga fin a la mezcla obligatoria de biocombustibles de cultivo para ayudar a aliviar la presión sobre los precios de los alimentos y los combustibles.
En los últimos años, los biocombustibles se han caracterizado por ser más caros que los combustibles fósiles en Europa. Con la actual subida de precios de muchas de las materias primas, como los aceites vegetales, cereales, aceite de cocina usado y las grasas animales, la diferencia de precio con los combustibles fósiles es cada vez mayor.
Según la organización radicada en Bruselas, Bélgica, el bioetanol producido en la UE, por ejemplo, es dos veces más caro que la gasolina. En total, los biocombustibles añaden 17.000 millones de euros al año a la factura de combustibles de Europa.
Maik Marahrens, responsable de la campaña sobre biocombustibles de T&E, dijo: «Como muestra este análisis de los precios al por mayor, también suponen una carga financiera innecesaria para los hogares europeos, que ya tienen dificultades. La UE debería poner fin a los mandatos de los biocombustibles de cultivo y apostar en su lugar por tecnologías verdaderamente sostenibles».
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Datos del estudio
En los últimos años, los biocombustibles han sido sistemáticamente más caros que los combustibles fósiles en Europa. El gráfico -más abajo- presenta los precios al por mayor de los biocarburantes y los combustibles fósiles en función de la energía (en dólares por tonelada de petróleo equivalente).
Estos son los significados de los acrónimos incluidos en el gráfico, FAME: Ésteres metílicos de ácidos grasos; PME: Ester metílico de palma; SME: Ester metílico de soja; TME: Ester metílico de sebo; UCOME: Éster metílico de aceite de cocina usado; T1: Importaciones de bioetanol de la UE; T2: Producción nacional de bioetanol de la UE.
En los años 2018 y 2019 los precios fueron estables en comparación con el gasóleo. El biodiésel (FAME) había sido un 72% más caro a nivel de venta al por mayor, mientras que el bioetanol importado se vendía con una prima del 45%, y el producido en la UE tenía una prima de más del 100%.
Esta situación cambió radicalmente con la pandemia que se extendió por todo el mundo, lo que permitió que los precios de los combustibles cayeran durante un breve periodo de tiempo, mientras que los precios del etanol se disparaban en algunos momentos debido a la fuerte demanda de desinfectantes.
En 2021, se produjeron subidas masivas de precios en los combustibles fósiles y biocombustibles. En 2022, la guerra de Ucrania que comenzó a finales de febrero de 2022, provocó que los precios de los combustibles fósiles se dispararan, pero los precios de los cultivos alimentarios y productos relacionados, como los biocombustibles, se dispararon aún más.
Por ejemplo, en mayo de 2022, el biodiésel a base de aceite vegetal (FAME) era casi un 100% más caro que el diésel fósil, y los basados en grasa animal (TME) o aceite de cocina usado (UCO) llegaban incluso a tener primas de casi el 130%.
Algunas conclusiones
Por último, el informe indica que «los biocombustibles procedentes de cultivos nunca han tenido sentido. Son peores para el clima, peores para la biodiversidad y contribuyen a aumentar el precio de los alimentos».
«Los biocombustibles a partir de grasas animales (sebo) dependen de la ganadería industrial, con su conocido impacto dramático en el clima y la naturaleza, y por supuesto en el bienestar de los propios animales. Gran parte de las grasas disponibles son también una materia prima muy solicitada por otras industrias, como la de producción de alimentos para mascotas», explica el reporte.
«Como hemos demostrado en este informe, además de no ser una solución real para nuestras necesidades energéticas en el transporte por carretera por las razones mencionadas, los biocombustibles aumentan los costos para los ciudadanos europeos. Como también tenemos que eliminar los combustibles fósiles lo antes posible, esto pone de manifiesto la necesidad urgente de acelerar la electrificación del transporte«, señala.
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Redacción | Antonio Vilela