Petrobras estima que Brasil es capaz de almacenar 250 millones de toneladas anuales de carbono en acuíferos salinos durante 50 años, un volumen que corresponde a cinco veces las emisiones anuales de las operaciones de la estatal, que rondan los 50 millones de toneladas.
Los datos fueron compartidos por el director ejecutivo de Transición Energética de la empresa, Maurício Tolmasquim, quien destacó la intención de capturar sus propias emisiones y ofrecer la captura de CO2 como servicio a otras industrias, según nota publicada por epbr.
«Si somos capaces de demostrar que es viable, que tiene sentido, tenemos un nuevo y enorme potencial de negocio», afirmó durante un debate organizado por el diario O Globo.
La empresa estatal ya está en conversaciones con grandes empresas del sector siderúrgico que tienen objetivos voluntarios de reducción de emisiones para ofrecer este servicio, y la expectativa es que con la aprobación del mercado de carbono crezca el potencial de este negocio.
«Con el mercado de carbono, podremos poner precio a este CO2«, dijo el ejecutivo.
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Iniciativa de Petrobras
Petrobras aprobó la implantación de un proyecto piloto de captura y almacenamiento de carbono (CCS) en acuíferos salinos del norte del estado de Río, con capacidad para almacenar 100.000 toneladas de CO2 al año.
Dicha iniciativa utiliza la infraestructura de la región de la Terminal de Cabiúnas (Tecab) para trasladar y almacenar CO2 en la región.
El proyecto usará recursos de las inversiones obligatorias en investigación y desarrollo (I&D) exigidas a las petroleras en los contratos de concesión de exploración y producción firmados con la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Tolmasquim dijo que la tendencia es que el mercado valore cada vez más el petróleo producido con menor huella de carbono. «Si realmente se pone en marcha y es fiable, tiene un potencial enorme, porque podemos descarbonizar algunas industrias», añadió.
Según él, si empresas como Petrobras, que producen petróleo con menor huella de carbono, dejaran de producir, serían sustituidas en el mercado por la producción de otras empresas más contaminantes. «La lucha contra el cambio climático pasa por la demanda«, afirmó.
Aún así, el ejecutivo volvió a admitir que uno de los retos actuales de la compañía es reducir las emisiones de alcance 3 de la cartera, es decir, las vinculadas a los productos finales.
Según Tolmasquim, la estatal espera tener un total de 5 gigavatios (GW) en proyectos de energías renovables en su próximo plan de negocios.