Petrobras, el gigante petrolero brasileño controlado por el Estado, está poniendo sus miras en el floreciente mercado del hidrógeno, según Mauricio Tolmasquim, director de transición energética y sostenibilidad.
A mediados de la semana pasada, en un evento organizado por el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri) y el Instituto de las Américas en Río, el ejecutivo señaló que la empresa podría explorar la venta de hidrógeno en el país o en el extranjero, en función de los precios y la normativa del mercado.
Según la información de Reuters, Petrobras no se limitaría a un solo tipo de hidrógeno, ya que tanto el verde como el azul, derivado de combustibles fósiles, se están considerando como productos potenciales para la venta.
«El hidrógeno está en nuestro radar, tanto el verde como el azul. El verde porque pretendemos producirlo a partir de fuentes renovables a partir de electrólisis, y el azul porque tenemos gas natural y somos especialistas en inyectar dióxido de carbono. Pero seguimos estudiando el mercado», dijo Tolmasquim.
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Distintos vectores
Según el ejecutivo de Petrobras, la empresa también está estudiando la posibilidad de participar en una próxima subasta de hidrógeno en Europa, como también en el mercado estadounidense, a pesar de sus subvenciones a la producción de hidrógeno, también despierta interés.
Sin embargo, la competencia internacional representa un reto importante. Tolmasquim expresó: «Todavía no sabemos cómo competir porque hay una oferta mundial para participar en estas subastas. Queremos entrar en el campo del hidrógeno, pero aún no sabemos cómo va a ser».
Además del hidrógeno, Petrobras también está innovando en el sector de los biocombustibles, y ha iniciado pruebas con un vector marino compuesto por 24% de contenido renovable, lo que supone un notable aumento respecto a una prueba anterior realizada con éxito con 10% de contenido renovable.
«Queremos avanzar en el área de los biocombustibles. Todavía es algo experimental, es un proyecto de tiempo limitado, no es algo comercial», aclaró Tolmasquim.
Para estas pruebas, se utilizaron 560,70 litros de la nueva mezcla de combustible para abastecer a un buque fletado situado en Rio Grande do Sul, dentro de un área subsidiaria de logística de Petrobras.
Según Tolmasquim, el combustible compuesto por 30% de aceite de soja y 17% de grasa animal, se procesó en la planta de Montes Claros. El objetivo es reducir significativamente las emisiones en comparación con el combustible mineral tradicional.
Aunque estas iniciativas son experimentales, también son indicadores de la voluntad de Petrobras en entrar en nuevos mercados.