Raízen, empresa dedicada a la caña de azúcar, inició operaciones de su planta de etanol celulósico, o de segunda generación (E2G), en el Parque de Bioenergía Bonfim, en Guariba, en el interior de Sao Paulo, Brasil.
Raízen ha invertido 1.200 millones de reales en la unidad, que puede producir hasta 82.000 m³/año de etanol a partir de bagazo, biomasa originada en el proceso de molienda de la caña de azúcar, así como de trozos y hojas desechados durante la cosecha de la materia prima.
Según la empresa, el 80% de este volumen ya se ha comercializado en el mercado internacional en contratos a largo plazo. El resto está previsto que se venda en el mercado europeo de etanol al contado, según declaraciones recientes del CEO de la empresa, Ricardo Mussa.
Raízen prevé producir cerca de 41.852m³ de etanol 2G hasta el final de la campaña de caña de azúcar 2023-24 en el Centro-Sur, según nota publicada por Argus.
La producción en Bonfim representaría 10.312m³ de este total, mientras que el resto provendría de la planta piloto del Parque de Bioenergía de Costa Pinto, en Piracicaba.
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Algunos detalles
A finales de agosto, la planta de Costa Pinto recibió la Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC) Corsia Plus, que acredita que su etanol cumple los requisitos internacionales para la producción de combustible de aviación sostenible (SAF).
Raízen, empresa conjunta del conglomerado logístico y energético Cosan y Shell, anunció ambiciosos planes para tener 20 plantas de etanol 2G en funcionamiento en un plazo de 10 años, con un total de 1,6 millones de m³ de capacidad instalada.
Nueve plantas, Costa Pinto, Bonfim, Univalem, Barra, Vale do Rosário, Gasa y Tarumã, en São Paulo, Caarapó, en Mato Grosso do Sul, y Centroeste, en Goiás, están en construcción o ya han firmado sus contratos de suministro, «mientras que el resto aún están en fase de diseño o evaluación», señaló Argus.
La empresa tiene planes similares para otras plantas en São Paulo y Mato Grosso do Sul. Se trata de las unidades de Santa Elisa, Rio Brilhante, Zanin, Rafard, Ipaussu, Santa Cândida, Maracaí, Paraíso, Serra, Continental y MB.
La previsión es que el plan de implantación a 10 años siga esta secuencia, con la entrada en operación de dos unidades en cada zafra.
Raízen proyecta que la producción de etanol 2G de la mayoría de estas unidades estará entre 75.000 y 77.000 m³/año cuando funcionen a plena capacidad, excepto la planta piloto de Costa Pinto, capaz de alcanzar los 30.000 m³/año.