El fabricante de motores a reacción, Rolls-Royce Holdings, y la aerolínea easyJet, anunciaron esta semana que sus esfuerzos por construir un motor aeronáutico que funcione con hidrógeno verde han alcanzado un hito.
Las dos empresas se han comprometido a estar a la vanguardia del desarrollo de una tecnología de motores de combustión de hidrógeno capaz de propulsar una serie de aviones, incluidos los del segmento de mercado de fuselaje estrecho, a partir de mediados de la década de 2030.
Ahora, en colaboración con la Universidad de Loughborough, Reino Unido, y el Centro Aeroespacial Alemán, Deutsches Zentrum für Luft-und Raumfahrt (DLR), Rolls-Royce ha probado una tecnología de motor fundamental que supone otro paso importante en el camino hacia el hidrógeno como combustible de aviación.
Según Rolls-Royce, las pruebas realizadas en Alemania con un motor Pearl 700 que funciona al 100% con hidrógeno han demostrado que el combustible puede quemarse en condiciones que representan el máximo empuje al despegue.
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Detalles de la investigación
El logro se debe a las nuevas boquillas de pulverización de combustible que controlan el proceso de combustión del hidrógeno, que arde más caliente y más rápidamente que el queroseno utilizado actualmente en los motores a reacción.
Las nuevas toberas fueron capaces de controlar la posición de la llama mediante un nuevo sistema que mezcla progresivamente aire con el hidrógeno para gestionar la reactividad del combustible. La empresas confirmaron que tanto la operabilidad de la cámara de combustión como las emisiones cumplieron las expectativas.
«Estas pruebas recientes significan que el elemento de combustión del programa de hidrógeno está ahora bien entendido, mientras se sigue trabajando en los sistemas para suministrar el combustible al motor e integrar esos sistemas con un motor», explicó Rolls-Royce.
Las tecnologías ensayadas en Loughborough y DLR se incorporarán ahora a lo aprendido en las pruebas de Boscombe Down, mientras Rolls-Royce y easyJet se preparan para la siguiente fase de pruebas: un ensayo completo en tierra con gas hidrógeno en un motor Pearl.
«Se trata de un logro increíble en un corto espacio de tiempo. Controlar el proceso de combustión es uno de los retos tecnológicos clave a los que se enfrenta la industria para hacer del hidrógeno un verdadero combustible de aviación del futuro. Lo hemos conseguido, y eso nos da ganas de seguir avanzando», señaló Grazia Vittadini, jefa de tecnología de Rolls-Royce.
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