El investigador de la Universidad Estatal de Oklahoma (OSU), Hasan Atiyeh, recibió la patente de un nuevo método que podría aumentar el rendimiento de los biocombustibles y reducir las emisiones de dióxido de carbono, según la publicación de Iowa Farmer Today.
El nuevo proceso añade bacterias al proceso de fermentación utilizado durante la producción de biocombustibles, que capturan el dióxido de carbono para limitar el impacto medioambiental de la producción y su vez, utilizar ese CO2 para crear más biocombustibles.
«Estados Unidos produce más de 15.000 millones de galones de biocombustible al año y se espera que aumente a 22.000 millones de galones al año. Este proceso genera más beneficios medioambientales, al tiempo que aumenta el rendimiento y la rentabilidad de las refinerías», dijo Atiyeh.
Atiyeh calcula que el rendimiento podría aumentar más de un 15% con este nuevo proceso de fermentación, y dijo que la investigación ha demostrado que el uso de 2.000 toneladas métricas secas de biomasa por día en este proceso puede aumentar los ingresos de una refinería de biocombustibles en 33 millones de dólares al año.
«Más del 50% del carbono de los azúcares se pierde en la producción de hidrógeno y dióxido de carbono durante los métodos tradicionales de fermentación», explica Atiyeh.
También te puede interesar:Cómo el biocombustible sostenible impulsará la próxima generación de cohetes
Proceso más eficiente
El equipo de la Universidad Estatal de Oklahoma se encuentra trabajando en la comercialización del método, que inicialmente se destinará a las industrias del maíz y el etanol celulósico. El impacto económico del método también podría extenderse a las industrias del combustible para aviones y de los combustibles fósiles.
El comunicado indica que el butanol se ha producido mediante la fermentación tradicional de acetona-butanol-etanol (ABE) utilizando melaza, almidones y biomasa lignocelulósica, pero el proceso ABE adolece de un bajo rendimiento de conversión y un mayor impacto ambiental.
En Estados Unidos se utilizan cada año unos 16.000 millones de galones de combustible para aviones, y si el butanol de base biológica sustituyera el 25% de esa cantidad, tendría un impacto económico de más de 800 millones de dólares.
Atiyeh cuenta con más de 18 años de experiencia industrial y académica combinada en investigación y desarrollo de tecnologías de conversión biológica, fuentes de energía alternativas, metabolismo celular, diseño de reactores y fermentaciones de azúcar para la producción de biocombustibles y productos químicos de base biológica.
Actualmente es titular de otras tres patentes estadounidenses sobre tecnologías relacionadas con la fermentación de gases para la fabricación de biocombustibles y productos de base biológica. La OSU ha recibido 80 patentes tecnológicas desde 2011.
Si deseas saber más, haz clicaquí
Redacción | Antonio Vilela