El gobierno de Argentina ha elaborado una legislación para atraer a los promotores de proyectos de hidrógeno, que incluye propuestas para aplicar tipos impositivos bajos al hidrógeno exportado y sus derivados.
Sin embargo, el gobierno también podría introducir cuotas para utilizar equipos fabricados localmente y limitar el acceso de los promotores a los mercados de divisas.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, ha presentado el proyecto de ley al Congreso Nacional, que se debatirá públicamente en las próximas dos a cuatro semanas, según la nota publicada en Argus.
De acuerdo con las propuestas, no habrá derechos de exportación sobre el hidrógeno y los productos derivados fabricados a partir de electricidad renovable y nuclear durante 10 años, a partir de la aprobación del proyecto de ley, y un gravamen de solo el 1,5% sobre el hidrógeno a partir de gas con captura y almacenamiento de carbono (CCS), según Argus.
Transcurridos 10 años, la tasa aumentaría a 1,5 puntos porcentuales para el hidrógeno de origen renovable y nuclear, y a 3 puntos porcentuales para el hidrógeno con captura y almacenamiento de carbono. A los 20 años, aumentaría a 3 y 4,5 puntos porcentuales, respectivamente.
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Más detalles
El gobierno de Argentina también propone no gravar los equipos importados para proyectos de hidrógeno durante los 10 primeros años tras la aprobación de la ley. Los gobiernos de Egipto y Canadá han ofrecido incentivos fiscales similares para atraer a los promotores.
El borrador no prevé la asignación competitiva de terrenos, que es otra táctica emergente utilizada por los aspirantes a productores de hidrógeno, como Omán y el estado de Australia Meridional.
Según el proyecto de ley, los promotores de proyectos que deseen acogerse a los incentivos deberán incluir 35% de contenido local en sus plantas de electrólisis y activos de electricidad renovable.
Este porcentaje aumentará a 45% en cinco años y a 50% en diez años a partir de la entrada en vigor de la ley. Las plantas de hidrógeno azul (obtenido a partir de gas con captura de CO2) deberán tener un contenido argentino inicial del 20%, que aumentará al 30% en cinco años y al 40% en diez años.
Con estas cuotas se pretende estimular el crecimiento de la fabricación en Argentina. Se han aplicado requisitos similares en Egipto y, de manera no oficial, en Estados Unidos.
En cuanto al cambio de divisas, el proyecto de ley permite a las empresas acceder hasta al 50% de sus ingresos en divisas procedentes de la exportación sin tener que hacer frente al tipo de cambio desfavorable fijado por el gobierno para frenar la salida de divisas de Argentina.
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