Para que la Unión Europea (UE) cumpla sus objetivos de descarbonización, debe construirse en el continente una cadena de suministro «robusta» de combustibles renovables y bajos en carbono, indicó Clean Maritime Fuels Platform, una iniciativa del sector que pretende mejorar la comunicación entre el sector del transporte marítimo y los productores de combustible.
Según se explicó, el acceso sin problemas a combustibles marítimos sostenibles es una prioridad absoluta para la descarbonización de la industria del transporte marítimo que, según el informe Draghi sobre el futuro de la competitividad europea, es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar.
De hecho, se ha calcula que el transporte marítimo requiere aproximadamente 40.000 millones de euros en inversiones anuales entre 2031 y 2050 para alcanzar sus objetivos de neutralidad climática.
«Disponer de combustibles limpios es un requisito previo para la transición energética del transporte marítimo. El Acuerdo Industrial Limpio es una gran oportunidad para establecer las condiciones que permitan aumentar la fabricación de combustibles limpios para el transporte marítimo», explicó Sotiris Raptis, secretario general de la Asociación de Armadores de la Comunidad Europea (ECSA).
«Desbloquear las inversiones públicas y privadas mediante el uso de los ingresos del RCDE nacional y de la UE es vital para salvar la inmensa diferencia de precios entre los combustibles limpios y los convencionales», agregó.
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Mar de incertidumbres
Según la Clean Maritime Fuels Platform, los combustibles renovables y bajos en carbono se enfrentan en general a un mar de incertidumbres que tienden a disuadir la inversión pública y privada.
Entre ellas figuran los riesgos tecnológicos y los elevados requisitos de capital inicial, que ponen en desventaja a los pioneros; los considerables costos de producción de los duelos ecológicos, así como una discrepancia de modelos empresariales entre los productores [que buscan contratos a largo plazo a precios más elevados] y los usuarios [que prefieren compromisos a corto plazo para volúmenes de combustible más pequeños, ya que se cree que conllevan menos riesgos].
Según la Plataforma, dichos factores están relacionados con elevados riesgos financieros que podrían resultar «insuperables sin un apoyo público más adaptado» que el que ofrecen el Banco de Hidrógeno de la UE, una asociación de empresas dedicada a acelerar la industria europea del hidrógeno y los programas del Fondo de Innovación del RCCDE.
Según se dio a conocer, para afrontar estos retos «con mayor eficacia», la plataforma sugirió a la Comisión Europea que:
- Incluya los combustibles renovables y bajos en carbono y las tecnologías necesarias en el Acuerdo Industrial Limpio;
- Utilizar el plan de inversión en transporte sostenible (STIP) para reducir el riesgo de las inversiones necesarias para acelerar la producción y distribución de combustibles limpios para el transporte marítimo;
- Reducir el riesgo de los proyectos mediante ayudas financieras públicas de la UE e ingresos nacionales procedentes del régimen de comercio de derechos de emisión para reforzar la base industrial de combustibles ecológicos de la UE;
- Facilitar el papel de los puertos como centros energéticos mediante mandatos sobre infraestructuras de combustibles.
El secretario general de la Asociación Europea de Biocombustibles Avanzados y Basados en Residuos (EWABA), Ángel Álvarez Alberdi, dijo: «Promover los combustibles renovables, incluido el biodiésel basado en residuos y avanzado, será clave para reforzar la competitividad y acelerar el cambio hacia un transporte marítimo más ecológico.»
Por su parte, R. Tim Eestermans, director general (Europa) del Instituto del Metanol, afirmó que el Acuerdo Industrial Limpio tiene que ser algo más que una visión; debe ser un «catalizador de la acción» y que Europa tiene una elección: «liderar ahora o quedarse atrás».