En el marco de la 43ª Reunión del Comité Directivo del International Partnership for Hydrogen and Fuel Cells in the Economy (IPHE), una delegación internacional de alto nivel visitó la planta Haru Oni, ubicada en la Región de Magallanes, para conocer los avances de Chile en la producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde.
Haru Oni, desarrollado por HIF Global, es el primer proyecto a escala piloto en el mundo que produce e-combustibles utilizando energía eólica y CO2 capturado del ambiente.
La planta combina electrólisis de agua para generar hidrógeno verde con procesos de síntesis química que permiten obtener gasolina sintética sin emisiones netas de carbono.
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Delegación internacional: 15 países y la Comisión Europea
La delegación estuvo compuesta por representantes gubernamentales y expertos técnicos de 15 países miembros del IPHE, además de la Comisión Europea. La visita fue parte de una agenda que incluyó sesiones técnicas, recorridos por instalaciones y reuniones bilaterales con autoridades chilenas.
La directora de operaciones de HIF Global, Clara Bowman, afirmó: “Haru Oni no es solo un proyecto pionero: es una señal clara de que el cambio es posible y de que la colaboración entre sectores puede generar un impacto global”.
Por su parte, el director ejecutivo del IPHE, Laurent Antoni, señaló que “la integración de energía eólica para producir hidrógeno renovable y convertirlo en e-combustibles es un enfoque revolucionario que establece un nuevo estándar para la industria”.
Es la primera vez que Chile acoge una reunión del IPHE, lo que refuerza su posición como líder regional en energías limpias. Según el Ministerio de Energía, el país posee el 13% del potencial global para la producción de hidrógeno verde, gracias a sus recursos renovables y estabilidad institucional.
Expansión del proyecto y acuerdos internacionales
Durante la visita se confirmó la segunda fase de expansión de Haru Oni, que contempla una inversión adicional de 1.200 millones de dólares y acuerdos de exportación con Alemania y Japón a partir de 2027.
Esta fase permitirá escalar la producción a nivel comercial y consolidar a Magallanes como un polo estratégico de innovación energética.
Los delegados coincidieron en que Haru Oni representa un modelo replicable a nivel global, especialmente para países con abundantes recursos renovables.
La experiencia chilena demuestra que es posible avanzar hacia una economía descarbonizada mediante alianzas público-privadas, innovación tecnológica y visión de largo plazo.