América Latina alberga una industria del hidrógeno que puede estar ahora al borde de una transformación sin precedentes, impulsada por los ambiciosos objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y los avances tecnológicos, y aprovechando los abundantes y competitivos recursos de la región.
La industria del hidrógeno verde experimentaría esta transformación en dos frentes: la sustitución del actual modelo suministro por tecnologías de producción del energético con bajas emisiones de carbono y la ampliación del uso en nuevas aplicaciones.
Tres proyectos piloto, en Argentina, Chile y Costa Rica, producen actualmente hidrógeno a partir de electricidad renovable.
Desde 2008, el proyecto piloto Hychico, en la Patagonia argentina, produce unas 52 toneladas (t) de H2/año a partir de energía eólica, utilizando dos electrolizadores de agua alcalina con una capacidad conjunta de 0,55 MW.
El hidrógeno se mezcla con gas natural para la generación de energía mediante una unidad de generación de 1,4 MW que puede funcionar con una amplia gama de mezclas de gas/hidrógeno, incluido el hidrógeno puro.
Hychico también cuenta con el único sistema de tuberías de hidrógeno dedicado de América Latina (2,3 km) y una instalación de almacenamiento subterráneo.
Costa Rica y Chile
Desde 2011, el proyecto piloto Ad Astra Rocket en Costa Rica ha estado generando alrededor de 0,8 t de H2/año, a partir de energía solar y eólica en la ciudad de Liberia, utilizando un electrolizador de membrana de electrolito polimérico (PEM) de 5 kW. El hidrógeno se utiliza, entre otras cosas, para alimentar el primer autobús de pila de combustible de la región, así como cuatro vehículos ligeros de pila de combustible.
Por otra parte y a 4.500 metros sobre el nivel del mar, el proyecto de la microrred de Cerro Pabellón, en el desierto de Atacama de Chile, ha estado utilizando la energía solar para producir 10 t de H2/año impulsado por un electrolizador PEM de 50 kW.
En funcionamiento desde 2019, Cerro Pabellón proporciona electricidad renovable despachable para cubrir las necesidades de una microrred que sirve a una comunidad de más de 600 técnicos que trabajan en una planta geotérmica.
Además de estos tres, la cartera de proyectos futuros incluye más de 25 en distintas fases iniciales de desarrollo, según informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Suponiendo que todos estos proyectos se construyan con la capacidad anunciada y que se abastezcan de hidrógeno bajo en carbono, representan una capacidad de producción adicional de más de 2 Mt de H2/año, o casi la mitad de la producción regional en 2019.
Con información de la AIE
Redacción | Antonio Vilela