Según un nuevo informe de IRENA, el sector del hidrógeno renovable podría desempeñar un papel crucial en la remodelación del comercio energético mundial, creando oportunidades para nuevos actores, incluidos los países en desarrollo.
De acuerdo al informe «Shaping sustainable international hydrogen value chains», el hidrógeno bajo en carbono es clave para lograr el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero en 2050, pero el potencial tecnoeconómico para producir hidrógeno de bajo costo y bajas emisiones de carbono no está distribuido uniformemente a nivel mundial.
«Las regiones con potencial para producirlo pueden no coincidir con las que tendrán una elevada demanda en el futuro. Esto podría dar lugar a la creación de un nuevo mercado mundial que no solo comercie con hidrógeno bajo en carbono, sino también con sus derivados», señala el reporte.
«Esto podría remodelar el comercio energético mundial y crear oportunidades para nuevos actores, incluidos los países en desarrollo. Este nuevo mercado mundial también podría dar lugar a cadenas de valor internacionales muy complejas que requieren un enfoque integral de sostenibilidad que abarque varias dimensiones», agrega la organización.
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Expectativas de IRENA
Desde el punto de vista económico, el informe constata que la producción rentable de hidrógeno renovable y sus derivados depende del acceso a energías renovables baratas, así como del acceso a recursos hídricos y terrestres.
Se espera que la evolución futura del mercado se vea «significativamente» influenciada por la normativa y los planes de incentivos destinados a fomentar la producción mundial de hidrógeno.
Según IRENA, se estima que la producción de hidrógeno a partir de energías renovables mediante electricidad sea la que menos incertidumbre tenga a la hora de cumplir la futura normativa en mercados importadores como la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur, y también es la que más probabilidades tiene de beneficiarse de los planes de incentivos.
Desde el punto de vista de la gobernanza y el establecimiento de estrategias, se han producido avances «significativos», puntualiza IRENA, señalando que los miembros del G7, como futuros grandes centros de demanda de hidrógeno, han sido muy activos en la elaboración de políticas sobre el hidrógeno.
Además, cada vez son más los países, incluidos los países en desarrollo, que avanzan en el lanzamiento de estrategias y el desarrollo de políticas. Sin embargo, en comparación con el G7, muchos países en desarrollo tienen presupuestos limitados y los promotores de proyectos se enfrentan a elevados costos de financiación. En consecuencia, sus estrategias suelen centrarse en la creación de un entorno favorable a las empresas a través de políticas propicias, señala IRENA.
Más detalles
IRENA indica que los países del Sur Global han reconocido la demanda de importaciones prevista en las estrategias nacionales de hidrógeno del Norte Global y han adoptado un enfoque orientado a la exportación para abordar estos mercados.
Sin embargo, para que este enfoque tenga éxito, el crecimiento previsto del mercado mundial del hidrógeno deberá materializarse según lo previsto.
En lo que respecta al transporte a larga distancia de hidrógeno renovable y productos derivados, existen diferentes opciones de transporte, con distintos requisitos de infraestructura y consideraciones técnicas. Según IRENA, lo más probable es que en el futuro haya varios transportistas.
El informe también concluye que la aceptación social y la implicación de la comunidad desempeñan un papel crucial en el éxito de la implantación de nuevas tecnologías energéticas, especialmente en el contexto del desarrollo de infraestructuras a gran escala.
«Promoviendo el desarrollo industrial local, se pueden aumentar los beneficios colaterales de la producción de hidrógeno renovable. Los países en desarrollo podrían crear empleos más sostenibles, añadir valor a largo plazo y mejorar su competitividad internacional», señala IRENA.
«También podrían reducir los riesgos asociados al comercio mundial de hidrógeno participando en las actividades previas y posteriores a la producción de hidrógeno renovable. Por lo tanto, será necesario adoptar una política global de desarrollo industrial para abordar las complejidades de este panorama cambiante de forma justa y equitativa», concluye el reporte.