En un contexto global marcado por la urgencia climática y la búsqueda de alternativas sostenibles al petróleo, América Latina se posiciona como una región clave en el desarrollo y consolidación de biocombustibles líquidos.
Según el último reporte de la Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos, países como Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia avanzan con decisión en políticas públicas, inversiones e infraestructura que promueven la producción y mezcla de bioetanol y biodiésel en sus combustibles tradicionales.
Los mandatos de mezcla, que van desde el 10% hasta el 30%, representan no solo una medida ambiental, sino también una estrategia de seguridad energética, competitividad agrícola y empleo rural.
Esta adopción regional convierte a América Latina en una potencia emergente en bioenergía líquida, con un modelo que combina tecnología, recursos naturales y voluntad política.
También te puede interesar: Brasil proyecta reducción del 10% en las emisiones del transporte para 2034 gracias a los biocombustibles
Brasil marca el camino
Brasil lidera la transformación con medidas concretas y resultados inmediatos. A mediados de junio, el Comité Nacional de Política Energética aprobó el aumento del mandato obligatorio de etanol al 30% en gasolina y de biodiésel al 15% en diésel, reforzando el compromiso del país con la sostenibilidad de su matriz energética.
Estos avances se enmarcan en los preparativos para la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que Brasil mostrará «hechos, no promesas», al llegar con indicadores positivos en energía renovable.
Con una de las matrices más limpias del mundo, sustentada por caña de azúcar, soja y maíz, Brasil promueve exportaciones de biocombustibles a Europa, África y Asia, consolidando su rol como proveedor global de energía limpia.
Además, se anuncian incentivos a pequeños productores, ampliación de líneas de crédito vía BNDES, y la implementación de centros tecnológicos en regiones rurales para mejorar la eficiencia productiva.
Argentina y Ecuador afianzan sus capacidades agroindustriales
En Argentina, el biodiésel producido principalmente a partir de soja representa una fuente clave de ingresos, empleos y exportaciones. El país mantiene un mandato del 12% de mezcla para el transporte urbano y debate su ampliación al sector privado.
Sin embargo, enfrenta desafíos como la presión de acuerdos comerciales internacionales, especialmente con Brasil, que podrían impactar la competitividad del bioetanol argentino. El sector azucarero se ha manifestado en defensa de políticas que protejan la producción nacional.
Ecuador, por su parte, ha logrado avances notables en la mezcla obligatoria de 15% de etanol en zonas urbanas como Guayaquil y Quito. El gobierno promueve planes de sustitución de gasolina tradicional en el transporte público, además de incentivos fiscales para la industria del biocombustible.
Además, el país cuenta con 104.660 hectáreas de caña de azúcar, de las cuales el 44% pertenece a pequeños productores, y se proyecta una expansión hacia biocombustibles de segunda generación, junto a una normativa para certificar la sostenibilidad del proceso productivo.
Colombia diversifica su matriz con inclusión social y SAF
Colombia mantiene una mezcla obligatoria de 10% de etanol en gasolina, basada en la producción de caña de azúcar en el Valle del Cauca y biodiésel en regiones como Meta y Magdalena.
El Ministerio de Minas y Energía anunció en junio un plan piloto de biocombustibles de aviación (SAF) en rutas nacionales, en alianza con aerolíneas como Avianca y LATAM, que busca posicionar al país como pionero en Latinoamérica en combustibles renovables para aeronaves.
Además, se implementan programas de economía circular con residuos agrícolas, y planes de capacitación para comunidades rurales, con énfasis en el empoderamiento femenino en la producción descentralizada de bioenergía.
Una visión integrada
La Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos concluye que la coordinación regional puede multiplicar los beneficios ambientales, económicos y sociales de esta industria.
La organización propone avanzar en estándares técnicos comunes, certificaciones de sostenibilidad, mecanismos de financiamiento climático y estrategias compartidas para promover la bioenergía como solución estructural ante la crisis climática.
Asimismo, destaca que los biocombustibles no compiten con la seguridad alimentaria cuando se gestionan responsablemente, y que pueden representar una vía de prosperidad rural, soberanía energética y reducción de emisiones para América Latina.
Santiago de Chile: destino de la gira 2025
Como parte de la gira 2025 de Latam Mobility, el 26 y 27 de agosto se realizará en la ciudad de Santiago de Chile el encuentro «Latam Mobility Cono Sur 2025«.
Este encuentro reunirá a más de 1.000 profesionales del sector, incluyendo alcaldes, ministros, CEOs de empresas líderes y representantes de organismos multilaterales, quienes profundizarán en las soluciones concretas para acelerar la transición energética del transporte al sur del continente.
Para más información sobre cómo participar en el«Latam Mobility Cono Sur 2025» y las opciones de posicionamiento, pueden escribir a info@investinlatam.org
También está disponible el contacto vía WhatsApp, y pueden adquirir sus entradas en preventa al summit haciendo clic aquí