La consultora Rethink Energy señala en uninformereciente que, dependiendo de la distancia que se recorra, los poliductos (tuberías) o los portadores de hidrógeno orgánico líquido (LOHC, por sus siglas en inglés) distribuidos en buques o barcos, serían el método de transporte más conveniente.
«Los poliductos y los barcos de hidrógeno dominarán la distribución de hidrógeno», escribe Rethink Energy, y se prevé que el coste del transporte suponga hasta el 50% del costo del hidrógeno suministrado, lo que puede resultar más importante que el costo de producción.
«Para 2050, Rethink Energy ha previsto que se produzcan 735 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, utilizando energías renovables para alimentar la electrólisis. Desde la aviación hasta la siderurgia, el uso del hidrógeno para descarbonizar las nuevas industrias será fundamental para el cambio económico de los combustibles fósiles a los que aprovechan sus propios recursos eólicos, solares e hidroeléctricos», indica el informe.
«A nivel mundial, el costo medio de la producción de hidrógeno bajará a 1,50 dólares por kilogramo en 2030, y aunque habrá una enorme convergencia en los costos de producción mundiales, que actualmente varían entre 3 y 7 dólares por kilogramo, países como Australia, con recursos eólicos y solares excepcionales, verán cómo los costos bajan hasta 1,20 dólares por kilogramo», afirma Harry Morgan, analista jefe de hidrógeno de Rethink Energy.
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Punto clave: Las infraestructuras
El reporte también señala que la forma que se envía la energía necesitará nuevas infraestructuras centradas en el almacenamiento, la distribución y el suministro de bajo costo.
«A lo largo de distancias de hasta 5.000 kilómetros, es probable que los poliductos proporcionen el medio de entrega más rentable. Utilizando la compresión para suministrar hidrógeno a mayores densidades y volúmenes, el suministro por tuberías en una distancia de 1.000 kilómetros costará sólo 0,54 dólares por kilogramo», señala el reporte.
«Con la infraestructura de gas moderna que requiere simples cambios en el hardware (válvulas, compresores, etc.), este enfoque podría aumentar las necesidades de capital hasta en 45%», agrega.
Por otra parte, según las distancias de traslado, se espera que el transporte de hidrógeno sea más barato. «Una vez superados los 7.000 kilómetros, la posibilidad de transportar hidrógeno a bordo de los barcos se vuelve más rentable, añadiendo alrededor de 1,45 dólares por kilogramo de hidrógeno«.
En relación a la forma de transporte, Rethink Energy señala que existen algunos puntos clave por resolver. «El hidrógeno líquido, que requiere muy poco procesamiento para ser «desempaquetado», tiene ventajas. Sin embargo, el mantenimiento de temperaturas de 250 grados Celsius bajo cero supone un enorme reto de ingeniería; las pérdidas por ebullición del hidrógeno líquido aumentan con la distancia, lo que reduce la competitividad.
«Los LOHC, con costos de envasado reducidos, cuestan entre 1,48 y 1,86 dólares por kilogramo en distancias de entre 7.000 y 20.000 kilómetros. El amoníaco, a pesar de ser el portador de hidrógeno más denso, está muy limitado por el costo de craquearlo en hidrógeno puro para su consumo (aproximadamente 1,4 dólares por kilogramo de media)», explica la consultora en su informe.
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Redacción | Antonio Vilela