De acuerdo a la materia prima utilizada, el biodiésel es ahora entre 70% y 130% más caro que el gasóleo fósil en el mercado mayorista, según unnuevoestudio de la organización no gubernamental Transport & Environment (T&E), con sede en Bruselas.
Además, la organización pide a la Unión Europea (UE) que detenga inmediatamente el uso de cultivos en los biocombustibles para aliviar parte de la presión sobre los precios de los combustibles y los alimentos.
El estudio de T&E muestra que en los últimos años los biocombustibles europeos han sido más caros que los combustibles fósiles, y con el aumento de los precios de las materias primas, como cereales, aceites vegetales, aceite de cocina usado y grasas animales, esa diferencia de precios no ha hecho más que aumentar, incluso con los precios disparados de los basados en fósiles.
Sobre la base de los precios de mayo de 2022, el estudio indica que la mezcla obligatoria de biocombustibles añade ahora 17.000 millones de euros al año a la factura de combustible de la UE, y señala que el bioetanol producido en la UE es ahora dos veces más caro que la gasolina.
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Carga financiera
T&E también quiere que la UE «limite estrictamente» los mandatos de biocombustibles avanzados y basados en residuos, e indica que los procedentes de grasas animales dependen de la ganadería industrial, y son también una materia prima muy solicitada por otras industrias, como la de producción de alimentos para mascotas.
Por otra parte, el aceite de cocina usado como materia prima obtenida en Europa no tiene consecuencias negativas, pero su suministro es muy limitado, y la región ya importa más de la mitad de su consumo de aceite de cocina usado para biodiésel.
Según el reporte, en 2021 se produjeron subidas masivas de precios en los combustibles fósiles y los biocombustibles. La guerra de Ucrania, que comenzó a finales de febrero de 2022, disparó los precios de los combustibles fósiles, pero los de los cultivos alimentarios y productos relacionados, como los biocombustibles, se disparaban aún más.
En mayo de 2022, el biodiésel a base de aceite vegetal (FAME) era casi 100% más caro que el diésel fósil, y los basados en grasa animal (‘sebo’/TME) o aceite de cocina usado (UCO) llegaban incluso a tener primas de casi el 130%.
«Los biocombustibles son peores para el clima, la biodiversidad y contribuyen a aumentar el precio de los alimentos. Como muestra el análisis de los precios al por mayor, también suponen una carga financiera innecesaria para los hogares europeos, que ya tienen dificultades»
Maik Marahrens, responsable de la campaña sobre biocombustibles de T&E
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Redacción | Antonio Vilela