Rio Tinto está avanzando en sus planes de sustituir el diésel (gasóleo) convencional por combustible renovable en los camiones de transporte de sus explotaciones estadounidenses para reducir la huella de carbono de su flota.
La empresa ha completado con éxito una prueba con diésel renovable en su mina estadounidense de bórax de Boron, California, y ahora está realizando una segunda prueba en las operaciones de cobre de Kennecott en Salt Lake City, Utah, para determinar la idoneidad para el transporte a cielo abierto.
El primer ensayo se llevó a cabo hasta 2022 en colaboración con Neste y Rolls-Royce, donde Rio Tinto U.S. Borax utilizó Neste MY Renewable Diesel, un aceite vegetal tratado con hidrógeno (HVO) fabricado a partir de materias primas renovables de origen sostenible, como aceite de cocina usado y grasa animal procedente de residuos de la industria alimentaria.
Los resultados mostraron que un camión que funcionaba con diésel renovable ofrecía un rendimiento y una fiabilidad similares a los de los camiones que funcionaban con gasóleo convencional.
Sobre esta base, Rio Tinto U.S. Borax seguirá trabajando con la Agencia de Protección del Medio Ambiente, el estado de California y los fabricantes de motores con el objetivo de lograr una transición completa de la flota de maquinaria pesada in situ al diésel renovable para 2024, lo que representa una reducción prevista de CO2 de hasta 45.000 toneladas al año.
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Nuevas pruebas
También se ha puesto en marcha un segundo ensayo en la mina Bingham Canyon de Rio Tinto Kennecott, en colaboración con Cummins, para probar el diésel renovable en un entorno operativo diferente y en distintos equipos mineros.
El ensayo de siete meses, que comenzó en octubre de 2022, comparará la aceleración, la velocidad, los tiempos de ciclo, el uso de combustible y los informes de inspección del motor de dos camiones que funcionan con diésel renovable frente a dos camiones que funcionan con diésel convencional, complementando los datos recopilados en California.
Simon Richmond, vicepresidente de compras globales de Rio Tinto, indicó que las pruebas con diésel renovable en Bórax y Kennecott podrían allanar el camino para que Rio Tinto sea la primera empresa minera de EE.UU. que opere con una flota totalmente renovable. «Es un paso muy emocionante hacia la reducción de la huella de carbono de nuestras operaciones».
Ambas pruebas apoyan los objetivos globales de descarbonización de Rio Tinto, que incluyen una reducción del 50% de las emisiones de Alcance 1 y 2 para 2030, y el compromiso de llegar a cero emisiones netas para 2050.
La empresa calcula que las emisiones de carbono derivadas del uso de gasóleo en su flota móvil y ferroviaria representan el 13% de sus emisiones de Alcance 1 y 2.
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Redacción | Antonio Vilela