Petrobras y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) firmaron recientemente un acuerdo de cooperación para desarrollar estudios técnicos sobre materias primas renovables para la producción de biocombustibles, química verde y fertilizantes.
La asociación prevé que Petrobras desarrolle soluciones tecnológicas e instale unidades de producción de biocombustibles y bioproductos. El acuerdo también incluye el desarrollo de cultivos alternativos a la soja, como la macauba, cultivos de contraestación y cultivos intercalados, como el maíz safrinha y otros tipos de oleaginosas.
Embrapa se encargará de desarrollar un protocolo de cultivos agrícolas bajos en carbono, que incluya técnicas de agricultura racional, como el protocolo de certificación de este cultivo. Las alternativas deberán reflejar el abanico de opciones para la agroenergía en los diferentes biomas y sistemas de producción del país.
«La diversificación y el acceso a materias primas con sostenibilidad, calidad y costo adecuados son fundamentales para el éxito de estas iniciativas, como los biocombustibles», indicó la presidenta de Petrobras, Magda Chambriard.
«Además, la empresa está interesada en ofrecer productos fertilizantes para aumentar la disponibilidad en el mercado nacional, así como cumplir los objetivos del Plan Nacional de Fertilizantes. Embrapa tiene la experiencia necesaria para ayudar a aprovechar todos estos frentes», aseveró la ejecutiva.
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Asociación estratégica
Para la presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá, la asociación con Petrobras es estratégica para potenciar la contribución a los productores rurales y a las políticas públicas de bioeconomía y desarrollo sostenible.
Además, la representante recordó que en 2023, Brasil superó la marca de 100 millones de Créditos de Descarbonización (CBIOs) emitidos. «Esto fue posible gracias a Renovacalc, herramienta desarrollada por Embrapa y fundamental para la Política Nacional de Biocombustibles (RenovaBio)», dijo.
La inversión en fertilizantes ha vuelto a formar parte de la cartera de Petrobras, según el Plan Estratégico 2024-2028. En agosto, la compañía anunció la reanudación de las actividades en la planta de fertilizantes Araucária Nitrogenados S.A. (ANSA), en Araucária.
La unidad pasó por un período de hibernación después de un intento fallido de venderla durante el gobierno de Bolsonaro y permaneció cerrada desde entonces, en medio de un impasse laboral, que finalizó en julio de este año tras un acuerdo en el Tribunal Superior del Trabajo (TST). El acuerdo permitió la recontratación e incluyó la reanudación de las actividades en los planes de la empresa.
Brasil, que depende en aproximadamente 85% de las importaciones de fertilizantes, ha visto su dependencia profundizarse aún más con la guerra entre Rusia y Ucrania, dos grandes proveedores de la materia prima.