En el Reino Unido, la Universidad De Montfort de Leicester (DMU) informó que un grupo de investigadores es pionero en un nuevo proceso de fabricación que podría hacer más rápida y eficiente la creación de biocombustible a partir de aceite de cocina usado.
La profesora Katherine Huddersman, el doctor Rawaz Ahmed, Saana Rashid y Ketan Ruperalia, miembros de un equipo de expertos de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida de la DMU, crearon un nuevo catalizador a base de malla fibrosa que impulsa la reacción que separa el aceite vegetal y las grasas animales en biocombustible y glicerol.
Según el reporte, el aceite de cocina usado suele contener mayores cantidades de ácidos grasos libres que el aceite fresco, lo que genera más jabón y dificulta aún más la reacción.
La investigación fue publicada en Energy Advances, revista que presenta los últimos avances científicos en tecnología energética, e indica que los investigadores se centran ahora en perfeccionar el proceso de regeneración.
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Detalles de la investigación
Este nuevo método evita muchos de los problemas que plantean los métodos de producción tradicionales:
- Los catalizadores de hidróxido de sodio e hidróxido de potasio son baratos y están muy extendidos, reaccionan con los ácidos grasos libres del aceite para crear jabón y se depositan en el glicerol, por lo que hay que eliminarlos.
- Los catalizadores de óxido metálico son polvos difíciles de manipular y deben filtrarse al final del proceso.
En cambio, el catalizador de malla fibrosa, que carece de sodio, no genera jabón; tiene una gran superficie, puede funcionar de forma continua y regenerarse para un uso repetido, según los investigadores.
Además, el tiempo total de producción es más rápido y puede utilizarse a temperaturas más bajas, lo que hace que el proceso sea más eficiente desde el punto de vista energético.
Eso significa que el biocombustible puede fabricarse en mayores cantidades, con aplicaciones potenciales inmediatas en muchas industrias, sobre todo en el transporte marítimo, añadió la universidad.
«Estamos encantados de que nuestro catalizador fibroso de poliacrilonitrilo haya demostrado su eficacia en las reacciones de transesterificación para producir biodiésel», dijo la profesora Katherine Huddersman.
«Es la primera vez que se utiliza una malla de esta manera, y abre usos para el catalizador en una amplia gama de otras reacciones químicas ácido/base para hacer una amplia gama de compuestos utilizados en farmacia y en la industria química en general», agregó.
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