Se espera que la demanda mundial de biocombustibles aumente 6% o 900 millones de litros anuales (MLPY) en 2022 con respecto al año anterior, siendo el diésel renovable el mayor responsable de esta expansión interanual, gracias a políticas atractivas en Estados Unidos y Europa.
Los requisitos de mezcla y los incentivos financieros apoyan el crecimiento de la demanda en India y Brasil, y el requisito de mezcla del 30% de biodiésel de Indonesia también impulsa el uso de biodiésel en ese país.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha revisado a la baja el crecimiento interanual en 25% respecto a su previsión para 2021, siendo la evolución de los precios y del mercado en Brasil, Finlandia y Suecia responsable del 80% de esta revisión a la baja.
Mientras que los elevados precios del diésel renovable llevaron al gobierno brasileño a reducir sus requisitos de mezcla de biodiésel para 2021 y 2022, en Finlandia los elevados precios del combustible llevaron al gobierno a reducir temporalmente su obligación de distribución renovable para 2022 y 2023.
Por su parte, Suecia congeló los objetivos de gases de efecto invernadero de 2023 para los combustibles de transporte a los niveles de 2022, aunque los objetivos para 2030 se mantienen sin cambios.
También te puede interesar:Eni y BF desarrollarán cadena de suministro agroindustrial para uso energético
Mayor demanda
La demanda mundial total de biocombustibles aumenta en 35.000 MLPY o 20% durante 2022-2027 en la previsión del caso principal, con un crecimiento del consumo de diésel renovable y biojet que se produce casi exclusivamente en las economías avanzadas.
En dichas economías, las políticas diseñadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) están impulsando la demanda porque estos combustibles pueden producirse con bajas emisiones de GEI, mezclarse a altos niveles y fabricarse a partir de desechos y residuos.
De hecho, casi el 70% del gasóleo renovable y del biocombustible para motores de reacción procedía de desechos y residuos en 2021.
Mientras tanto, el aumento del uso de etanol y biodiésel se produce casi en su totalidad en las economías emergentes con el objetivo de reducir las importaciones de petróleo y, al mismo tiempo, maximizar el uso de los recursos autóctonos en beneficio de la economía local. Además, el uso de biocarburantes contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en estos países.
Estados Unidos, Canadá, Brasil, Indonesia e India representan el 80% de la expansión mundial del uso de biocarburantes, ya que los cinco países cuentan con paquetes de políticas integrales que apoyan el crecimiento.
En Brasil, Indonesia e India, el aumento del uso de gasolina y gasóleo también acelera la demanda de biocarburantes, mientras que en Estados Unidos y Canadá el descenso de la demanda de gasolina y gasóleo frena el crecimiento de los biocarburantes e incluso reduce el uso de algunos combustibles.
En Europa, la caída de la demanda de combustibles para el transporte casi paraliza el crecimiento del volumen, a pesar de que las políticas estatales son cada vez más estrictas. A nivel mundial, la cuota de los biocarburantes en el consumo de combustibles para el transporte aumenta del 4,3% al 5,4% durante 2022-2027.
Si deseas leer el reporte de la IEA, haz clicaquí
Redacción | Antonio Vilela