La Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) de la ONU anunció la adopción de una estrategia revisada para descarbonizar el transporte marítimo mundial en la cumbre sobre el clima del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 80) celebrada en Londres.
El 80º MEPC marcó un momento crítico para determinar si el sector del transporte marítimo es capaz de mantener vivo el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París y garantizar una transición justa y equitativa para los países más vulnerables del mundo.
La reunión inició el pasado 3 de junio y los Estados miembros se sumaron a las negociaciones en la sede de la IMO en Londres con vistas a establecer objetivos claros para revisar su estrategia en materia de gases de efecto invernadero (GEI).
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La estrategia
Los niveles de ambición que dirigen la estrategia de GEI de la IMO de 2023 son los siguientes:
- Disminuir la intensidad de carbono del buque mediante una mayor mejora de la eficiencia energética de los buques nuevos, y revisar con el fin de reforzar los requisitos de diseño de eficiencia energética;
- Disminuir la intensidad de carbono del transporte marítimo internacional y reducir las emisiones de CO2 por trabajo de transporte, como promedio del transporte marítimo internacional, en al menos 40% para 2030, en comparación con 2008;
- Aumentar la adopción de tecnologías, combustibles y/o fuentes de energía con emisiones de GEI nulas o casi nulas represente al menos el 5%, con el objetivo de alcanzar el 10%, de la energía utilizada por el transporte marítimo internacional para 2030; y
- Que las emisiones de GEI del transporte marítimo internacional se reduzcan lo antes posible y se alcancen las emisiones netas de GEI nulas para 2050 o en torno a esa fecha, es decir, cerca de 2050, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias nacionales, al tiempo que se prosiguen los esfuerzos para eliminarlas gradualmente, como se pide en la visión, de forma coherente con el objetivo de temperatura a largo plazo establecido en el artículo 2 del Acuerdo de París.
Los países también acordaron «puntos de control indicativos» de reducir las emisiones en al menos 20%, alcanzar el 30%, para 2030, y en al menos 70%, esforzándose por alcanzar el 80%, para 2040, llegando a cero neto «para o alrededor de 2050», matizado por si «las circunstancias nacionales lo permiten».
A mediano plazo
La Estrategia de GEI para 2023 establece que debe desarrollarse y finalizarse una cesta de medidas que cumplan los objetivos de reducción. y que incluya:
- Un elemento técnico, o norma sobre combustibles para uso marítimo basada en objetivos que regule la reducción gradual de la intensidad de GEI de los combustibles para uso marítimo;
- Un elemento económico, basado en un mecanismo de tarificación de las emisiones marítimas de GEI.
Según el comunicado, los posibles elementos económicos se evaluarán atendiendo a criterios específicos que se tendrán en cuenta en la evaluación de impacto global, con vistas a facilitar la finalización de la cesta de medidas.
Las medidas de reducción de GEI a mediano plazo deberán promover eficazmente la transición energética del transporte marítimo y proporcionar a la flota mundial un incentivo necesario, contribuyendo al mismo tiempo a la igualdad de condiciones y a una transición justa y equitativa.
«La adopción de la Estrategia 2023 de la OMI sobre los gases de efecto invernadero es un acontecimiento monumental para la OMI y abre un nuevo capítulo hacia la descarbonización marítima. Al mismo tiempo, no es el objetivo final, es en muchos sentidos un punto de partida para el trabajo que debe intensificarse aún más en los años y décadas que tenemos por delante»
Kitack Lim, secretario general de la IMO
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