OMV, compañía integrada de químicos, combustibles y energía con sede en Viena, Austria, confirmó su decisión final de invertir una suma de «cifras medias de tres dígitos de millones de euros» en la construcción de una planta de electrólisis de hidrógeno verde de 140 MW en Baja Austria.
Esta inversión representa un paso significativo en la estrategia de descarbonización de la compañía y refuerza el liderazgo de Europa en la transición energética.
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Un hito en la producción
Según el anuncio de OMV, la nueva instalación de producción de hidrógeno verde se perfila como una de las más grandes de su tipo en el continente europeo. Su principal objetivo será abastecer la cercana refinería de Schwechat de OMV, lo que se traducirá en una reducción estimada de aproximadamente 150.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Esta iniciativa subraya el papel crucial del hidrógeno verde como uno de los pilares fundamentales para una transición energética más limpia, especialmente en sectores industriales y de transporte donde la descarbonización es un desafío complejo y las soluciones de energía renovable directa, como la eólica o solar, son menos prácticas.
Actualmente, se producen alrededor de 90 millones de toneladas métricas de hidrógeno anualmente; sin embargo, la gran mayoría se extrae utilizando combustibles fósiles, lo que conlleva la liberación de contaminantes y emisiones de gases de efecto invernadero.
El desarrollo de capacidad de hidrógeno limpio, como el verde que utiliza energía renovable para alimentar el proceso de extracción, requerirá inversiones masivas en áreas clave como la infraestructura, la electrólisis y el transporte. La apuesta de OMV se alinea con esta necesidad global.
Innovación y sostenibilidad: el futuro de la industria energética
Se espera que la nueva planta de OMV inicie operaciones a finales de 2027, y la producción de hidrógeno verde se realizará exclusivamente utilizando energía renovable proveniente de fuentes eólicas, solares e hidroeléctricas.
Este ambicioso proyecto sigue los pasos de una instalación de electrolizador de 10 MW que OMV, en asociación con Kommunalkredit (banco austriaco especializado en financiación de infraestructura), completó en 2024.
Esa planta, una de las primeras en Europa en producir hidrógeno verde, ya ha sido certificada como Combustible Renovable de Origen No Biológico (RFNBO) bajo la legislación de la Directiva de Energía Renovable (RED) de la Unión Europea, un testimonio de su compromiso con los más altos estándares de sostenibilidad.
Esta inversión es un componente clave de la «Estrategia 2030» de OMV, lanzada en 2022, que busca una transición estratégica de la producción de petróleo y gas hacia combustibles renovables y soluciones circulares, con el objetivo final de convertirse en una empresa con cero emisiones netas para el año 2050.
«Con este proyecto, estamos reinventando la producción de combustibles y productos químicos esenciales para el día a día. Es un paso innovador que demuestra cómo la innovación industrial y la sostenibilidad pueden ir de la mano. Al utilizar hidrógeno verde en el futuro, hacemos que los procesos y la producción de combustibles y productos químicos sean más sostenibles y aseguramos el futuro de nuestra industria»
Martijn van Koten, vicepresidente ejecutivo de Combustibles y Materias Primas y Productos Químicos de OMV